Como reír es además de reír purificar
sabiduría, me estoy yendo
desafinado de esta envoltura lujuriosa
de uñas y meses a otro número
del que empiezo a ser parte, un número
dijéramos menos abusivo sin tanta
farsa de inmortalidad, fresco el olor
abstracto a seso velocísimo, exactamente como el río
cuya figura no es el agua; el engaño
es el agua pero él
no es el agua; lo ilusorio
es la palabra agua.