La pandemia de la covid-19 ha puesto de manifiesto los puntos débiles de los sistemas sanitarios en el tratamiento del cáncer, así como las carencias de la investigación oncológica en toda Europa
La pandemia de la covid-19 ha puesto de manifiesto los puntos débiles de los sistemas sanitarios en el tratamiento del cáncer, así como las carencias de la investigación oncológica en toda Europa. “Son precisas mejoras urgentes en estos ámbitos porque de otro modo se retrasarán los avances frente a esta enfermedad en casi una década”. Esta es la advertencia de un informe elaborado por un grupo de expertos de la Comisión de Oncología de la revista The Lancet.
Los autores subrayan que “dar prioridad a la investigación es crucial para que los países europeos ofrezcan una atención oncológica más asequible, de mayor calidad y más equitativa, ya que los pacientes tratados en hospitales con actividad investigadora tienen mejores resultados que los que no lo son”.
“Con el trasfondo de la pandemia del coronavirus, el Brexit y la invasión rusa de Ucrania, es más importante que nunca que Europa desarrolle un entorno de investigación del cáncer capaz de desempeñar un papel transformador en la mejora de la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y la calidad de vida de los pacientes”, afirma el profesor Mark Lawler, de la Universidad Queen's de Belfast (Reino Unido) y presidente y autor principal del informe.
Según Lawler, “se calcula que durante la pandemia de la covid-19 se quedaron sin diagnosticar alrededor de un millón de casos de cáncer en Europa. Además —añade— hemos observado un efecto escalofriante en la investigación sobre esta enfermedad, con el cierre de laboratorios y el retraso o la cancelación de ensayos clínicos en la primera oleada de la pandemia”.
Efectos de pandemia, la invasión de Ucrania y el Brexit
La Comisión de Oncología de The Lancet ha analizado los datos sobre el impacto de la covid-19 en toda Europa y ha constatado que los médicos atendieron entre uno y cinco millones de pacientes con cáncer menos durante el primer año de la pandemia, y que uno de cada dos enfermos no recibió cirugía o quimioterapia a tiempo.
Además, no se realizaron 100 millones de pruebas de detección, y se calcula que hasta un millón de ciudadanos europeos podrían tener un cáncer sin diagnosticar debido al retraso en el diagnóstico.
Por ello, el informe recomienda que se acelere la respuesta a las repercusiones indirectas que ha tenido la pandemia en el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad. “Ahora más que nunca, es crucial garantizar que este ámbito de investigación esté debidamente protegido y tenga prioridad dentro de las agendas europeas actuales y futuras”, subrayan los expertos.
Los autores explican que la invasión rusa de Ucrania representa otro enorme desafío para la investigación en esta área en Europa, ya que estos dos países “son dos de los mayores contribuyentes a la investigación clínica sobre el cáncer en el mundo, especialmente la patrocinada por la industria”.
Subrayan también que “muchos ensayos clínicos de en Ucrania incluyen centros oncológicos de países de Europa central y oriental, y el conflicto probablemente hará que muchos de estos grandes ensayos se retrasen o no consigan reclutar voluntarios”.
Un peligro adicional “es que la industria podría considerar demasiado arriesgado llevar a cabo investigaciones clínicas oncológicas en países fronterizos con Ucrania. La pérdida de inversiones privadas sería enormemente perjudicial para la investigación de la enfermedad en Europa central y oriental”.
El informe pide que, con carácter de extrema urgencia, “se reúnan datos sobre el impacto del conflicto en los pacientes, los servicios oncológicos, la escasez de medicamentos y otros, y las carencias de personal, en Ucrania y en los países vecinos, así como que desarrolle un plan para mitigar el impacto de la guerra en la investigación oncológica”.
Los autores también predicen que el Brexit seguirá afectando negativamente a la investigación europea de cáncer. Subrayan la necesidad de que los financiadores y la comunidad europea de investigación mitiguen el impacto del Brexit y otros desafíos políticos para que Reino Unido pueda seguir colaborando con los socios europeos y contribuir al avance frente a esta enfermedad.
Lagunas en la investigación y su financiación
El análisis de la comisión ha encontrado que el importe total de la inversión, excluyendo el sector privado, fue de unos 20.000-22.000 millones de euros, unos 26 euros por cabeza. La cifra mínima equivalente para EE UU en el mismo periodo fue de unos 76.000 millones de euros (234 euros por cabeza). Teniendo en cuenta esta dramática diferencia en el gasto per cápita, los expertos piden que se duplique el presupuesto europeo de investigación oncológica hasta alcanzar los 50 euros per cápita en 2030.
El grupo sostiene que la investigación sobre la prevención, no ha recibido la financiación que merece. Una mayor atención a la prevención reduciría el número de personas que lo desarrollan y, por tanto, permitiría disponer de más recursos para los que sí requieren tratamiento.
El informe reclama que se dé una nueva prioridad a la investigación sobre la prevención, el cribado y la detección precoz del para reducir la carga que supone para los ciudadanos europeos y permitir que los que desarrollen cáncer tengan acceso a más recursos y a los mejores tratamientos disponibles.
Anna Schmutz, de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (Francia) señala que "se calcula que el 40% de los tumores en Europa podrían evitarse si las estrategias de prevención primaria hicieran un mejor uso de los conocimientos actuales sobre los factores de riesgo. Ya existen intervenciones preventivas basadas en la evidencia y rentables, y queremos ver una implementación y comunicación más efectiva de las mismas en toda Europa”, indica la experta.
Brecha de género en la investigación
La equidad de género en la investigación oncológica es otra brecha crucial identificada en el informe. En este sentido, indica que las autoras principales representan menos de un tercio en los estudios de investigación en este ámbito en Europa.
“Es necesario investigar más a fondo las razones por las que algunos países o regiones europeas tienen una mayor desigualdad de género en la investigación del cáncer que otros. Esperamos que las estrategias basadas en estos datos mejoren el equilibrio”, afirma la profesora Yolande Lievens, del Hospital Universitario de Gante.
Los comisarios esperan que las conclusiones y recomendaciones de este informe ayuden a la comunidad investigadora en oncología en Europa a trabajar por una agenda más equitativa en la que todos los ciudadanos y pacientes, independientemente de su lugar de residencia, se beneficien por igual de los avances en este ámbito.
Referencia bibliográfica:
“European Groundshot—addressing Europe’s cancer research challenges” The Lancet Oncology, noviembre, 2022.