El termómetro
28 Para determinar por experiencia
Muchos de los efectos expresados,
Han sido con buen éxito empleados
Algunos instrumentos ingeniosos,
Inventados por físicos famosos,
Y meteorológicos llamados,
Porque el nombre meteoro aplicamos
A cuanto en nuestra atmósfera observamos.
Un pequeño cilindro, ó una bolita
De vidrio, en tubo angosto terminada,
Llena de azogue, que el calor excita
Y arroja por la vía prolongada,
A la manera de hérmes bien cerrada,
Constituye el termómetro ordinario;
Aunque de graduarle el modo es vario.
El punto cero suele colocarse,
En donde queda el fluido parado,
Al momento en que empieza a liquidarse
El hielo, de que el todo está rodeado:
Y en el agua que hierve, al fin, señala
Ochenta grados de Reaumur la escala.
El Centígrado muestra el grado ciento,
Pues como cuatro a cinco es el aumento.
El de Fahrenheit da ciento y ochenta,
Más treinta y dos, que en vez de cero cuenta.
Bajo de dicho punto, señalados
Suelen llevar de quince a veinte grados.