Los problemas no se resuelven,
sólo van ocupando menos y menos espacio.
Los problemas son reales, pero tienen límites.
Los problemas no crecen,
lo que crece es la conciencia de ser,
la visión.
Los problemas cambian constantemente de forma.
La visión no; conserva siempre
la misma forma,
pero cambia de tamaño.
Por eso resulta correcto decir
que sólo el error cambia,
como también es cierto
que la visión es totalmente fluida
y que allá fuera hay un viento terrible
y que su capacidad de transformación es asombrosa.