José María Ordovás<br/>Director Científico del <a href='http://www.alimentacion.imdea.org/' target='_blank'> Instituto IMDEA Alimentación</a>
En los últimos días del mes de diciembre de 2013, la Web of Science (ISI Web of Knowledge Thomson Reuters) recoge 867 artículos originales de investigación publicados por José María Ordovás en las más prestigiosas revistas científicas del mundo y que han sido citados, de momento, 34.793 veces por otros autores. El índice H de Ordovás es ahora mismo 95, es decir 95 de sus artículos han sido citados más de 95 veces y lo que es más importante, uno de ellos se está aproximando a las 1.000 citas.
1.- Pocos científicos hay en el mundo con este índice H...
Estos son medidas cuantitativas que se han utilizado desde hace tiempo para identificar el impacto de la producción científica de un investigador. Sin embargo no hay algoritmo perfecto como lo demuestra el hecho de que existen una variedad de índices tratando de capturar ese "impacto" científico del individuo. Hay muchos factores que no son recogidos de una manera matemática. Entre ellos es el reconocimiento del trabajo que uno está haciendo por sus colegas, la innovación, la honestidad y como el investigador está contribuyendo a la promoción y desarrollo de nuevas generaciones de investigadores. Los índices de las publicaciones se van desvaneciendo rápidamente con el tiempo, pero el abrir nuevas áreas de conocimiento, el crear una escuela, es algo que perdura más y es mucho más importante para el progreso a largo plazo de la investigación y de sus aplicaciones.
Recientemente, Randy Schekman, Nobel de Medicina 2013, manifestaba que revistas como Nature, Cell y Science monopolizan la comunicación científica de acuerdo a sus intereses y que eso no es precisamente lo más beneficioso para el avance de la investigación de frontera. Tú tienes publicaciones en estas revistas pero también en otras de acceso abierto.
2.- ¿Qué te parece este debate que ha abierto Schekman sobre la publicación de los trabajos científicos?
Este es un debate que lleva ya tiempo abierto y que quizá se haya hecho más evidente viniendo de alguien de dentro del sistema y cuyo salto a la fama fue precisamente gracias a publicación en esas revistas a las que ahora ha declarado el veto. No hay nada blanco o negro sino una gama cuasi-infinita de grises. Schekman manifiesta algo bien conocido al decir que las revistas más potentes, o de más alto impacto, intentan controlar la comunicación científica así como a quien se le permite ser portavoz de esa comunicación. Esto no quiere decir que todo lo que se publica en revistas del más alto impacto sea de dudosa calidad, pero sí que es cierto que se busca más a veces el "ruido que las nueces". Por otra parte, están las de acceso abierto que aparecen con el deseo de democratizar el acceso al conocimiento científico al ofrecer sus contenidos de una manera gratuita a través de internet. Pero al final alguien tiene que pagar, y en este caso es el autor. El problema es que algunas de estas revistas se han convertido en puro negocio y la calidad de la revisión de la ciencia en algunas de estas revistas está en entredicho, ya que es posible que en algunos casos la publicación del artículo viene supeditada casi exclusivamente por el pago del autor.
Lo cierto es que el proceso que se lleva a cabo ahora para la publicación de un artículo ha cambiado muy poco durante los últimos siglos, lo cual es paradójico teniendo en cuenta que es la investigación la que está dirigiendo los cambios tan espectaculares que están ocurriendo a nuestro alrededor, pero al mismo tiempo, los investigadores permanecemos atrincherados o anclados en los mismos usos y costumbres de hace generaciones de científicos. Es por esta razón que se está hablando de hacer una reforma total del sistema por el que la ciencia y la investigación se comunica y se juzga.
José María Ordovás es muy conocido en todo el mundo por sus trabajos sobre genómica nutricional, pero hay que destacar que también lo es en España donde pasa varios días cada semana, viniendo desde Boston, ciudad en la vive y en la que tiene su puesto de Catedrático de la Universidad de Tufts.
3.- ¿Vienes tanto a España sólo por ser español o es que hay cosas aquí que te interesan?
Reitero lo que he dicho anteriormente. Raramente existe una respuesta tajante a preguntas tan complejas, aquellos que hemos trabajado con enfermedades complejas por décadas lo sabemos muy bien. Es un poco de los dos. Vengo a España porque es aquí donde están mis raíces, donde están los colegas con los que he trabajado tanto en Boston directamente como en España desde la distancia. Aquí me formé, y a pesar de lo mucho que me ha permitido desarrollarme mi país de adopción, me creo en la obligación y el deber de contribuir en lo posible al desarrollo de la ciencia en España, en unos casos a empujarla hacia delante o en tiempos como los actuales a que no vaya tanto para atrás.
Pero además, hay cosas que interesan en España, además de lo ya mencionado, tenemos una excelente cantera, pero hay que estimularla, y estamos fallando en esta labor. Hay en el campo de la alimentación y la nutrición un tremendo potencial para hacer estudios que sean hitos científicos y de aplicación a la salud de la población. Tenemos que aprovechar ese potencial. Recientemente se habla en los círculos de la investigación científica del PREDIMED. Tendría que haber muchos más PREDIMEDS, y los habrá, y de hecho ya estamos avanzando en el PREDIMED+. Pero ya están en marcha otros estudios que también darán que hablar como el CORDIOPREV de nuestros colaboradores de Córdoba.
En los últimos años vienes más a Madrid. Llegaste a IMDEA Alimentación desde arriba, como presidente del patronato y del consejo científico. Pero no dudaste en aceptar la oferta de meterte dentro, ponerte la bata y trabajar en el Instituto. Ahora aportas tu experiencia actuando como Director Científico y tienes tu grupo de investigación muy activo, como no podía ser menos, abriendo brecha en las líneas más punteras de la nutrición moderna.
4.- ¿Qué viste en IMDEA Alimentación que atrajo tu atención?
Su capacidad de crecimiento y su temática que es precisamente alimentación y salud. Un área en la que, como ya he indicado anteriormente, podemos hacer grandes contribuciones al conocimiento científico mundial, pero sin olvidarnos del beneficio que eso debe suponer a los ciudadanos. El objetivo de IMDEA Alimentación es traslacional con tres pilares principales que son: 1. La investigación y que es la piedra angular; 2. La interacción con la industria alimentaria y de otros tipos, que sean los artífices que conviertan la ciencia en productos beneficiosos para la población y al mismo tiempo empujen la economía; 3. La difusión de la ciencia y la educación a todos los niveles.
Se hizo una gran apuesta, se ha invertido en el concepto, debemos ser altamente responsables y al aceptar el reto, hemos de poner nuestro esfuerzo para que la apuesta sea ganadora. Pienso que mi experiencia y mi visión desde afuera, puede ayudar a catalizar el progreso interior.
Tras una etapa de crecimiento y consolidación no muy larga, IMDEA Alimentación tiene ya un proyecto científico bien definido, ha incorporado investigadores muy interesantes y cuenta con unas instalaciones estupendas.
5.- ¿Qué piensas que tenemos que hacer ahora?
Tenemos que consolidar, darnos a conocer, buscar colaboraciones con los mejores y ser buscados también por los mejores. Crecer, pero con un crecimiento sostenible. Tenemos que tener un sello de identidad que nos haga el punto de referencia de un área de la nutrición, de esa nueva nutrición que ahora llamamos nutrigenómica y nutrigenética.
El cambio de siglo y de mileno ha traído un cambio radical en la ciencia de la nutrición. De "satisfacer las necesidades corporales", como decían los libros clásicos del objeto de la alimentación, hemos pasado a "la mejora de la salud y la prevención de enfermedades crónicas".
6.- ¿No es así?
Este es un tema del que he hablado en múltiples ocasiones en la prensa popular. Quizá estamos pidiendo demasiado de los alimentos. Sí que estoy de acuerdo con que a través de la alimentación se pueden prevenir enfermedades y así mantener una mejor salud, pero creo que no es solo eso lo que parte del público espera de la nutrición. Espera que les cure las enfermedades, que los haga más guapo(a)s, listo(a)s, etc., y además de manera inmediata, sin esfuerzo y a poder ser con placer. Pero esto ha ocurrido por la mala comunicación y hasta cierto punto, el engaño que resulta de las modas, de los libros de recetas mágicas, etc. Es la confusión a la que el público está expuesto lo que despierta estas falsas expectaciones así como los desengaños. De ahí que considere tan importante en el portafolio de IMDEA el pilar de la educación.
Desde que hace más de 30 años el gobierno japonés impulsó el diseño de alimentos de uso específico para la salud, muchos centros de investigación y empresas de Europa y los Estados Unidos vieron en ello un filón y se pusieron a trabajar, la verdad, no siempre con honestidad y acierto. El caso es que una herramienta que podría ser definitiva para conseguir la mejora de la salud mediante la alimentación, no acaba de aportar suficiente efectividad.
7.- ¿Cuál es tu opinión al respecto?
Mi opinión ha quedado plasmada en parte anteriormente. La alimentación es una cosa y la farmacología es otra. En el medio se ha creado una zona oscura de nutracéuticos, que la verdad no creo que entendamos muy bien todavía. Incluso las vitaminas de siempre están recibiendo un tremendo castigo por parte de las publicaciones científicas de las últimas semanas. Por otra parte hemos visto que el aceite de oliva y los frutos secos de siempre producen grandes beneficios. También es cierto que estamos en un dilema importante ya que por una parte las culturas más avanzadas piden alimentos atractivos, por otra hay que alimentar a un mundo cada vez más numeroso y eso está comprometiendo a veces las características nutricionales de los alimentos (incluso los beneficiosos) que ponemos en la mesa. Una patata hoy no tiene mucho que ver nutricionalmente con lo que era antes de la revolución agrícola, y lo mismo podemos decir de cualquier otra fruta y verdura que hemos domesticado para que sean más atractivas y den un mayor rendimiento. Quizá deberíamos trabajar en aumentar el contenido nutricional de los alimentos tradicionales de cada cultura para que sean lo que una vez fueron.
Volviendo a IMDEA Alimentación. Pretendemos realizar una investigación de alto nivel en las ciencias de la alimentación y la nutrición, pero que desde luego sea aplicable a corto plazo para que la sociedad se beneficie de ella. Nuestro objetivo es trasladar nuestros resultados a la población a través de las empresas del ámbito alimentario y de la salud, de esa manera pretendemos contribuir, todo lo que den nuestras posibilidades, al progreso económico y al bienestar de la población.
8.- ¿Cómo tenemos que trabajar en IMDEA Alimentación para conseguir todo eso?
Obviamente, los objetivos son los descritos, son muy ambiciosos pero por supuesto que merece la pena para todos. Somos "jóvenes" como institución y hemos de ser cuidadosos ya que el que "mucho abarca poco aprieta". No podemos dar en nuestros primeros pasos soluciones a todos los males de la humanidad y deberíamos concentrarnos en solucionar problemas muy prioritarios y de alto impacto pero de una manera selecta.
Y para terminar, se acaban de abrir las primeras convocatorias de Horizonte 2020. Una vez que en España se ha reanudado la publicación de las convocatorias estatales y algunas regionales, como las de Madrid precisamente y que la comunidad científica de centros públicos y empresas ha "devorado" los boletines oficiales para acudir a ellas, ahora tenemos el reto del H2020 que precisamente está lleno de "retos". Hasta ahora en los programas marco de la UE los españoles hemos sido solo moderadamente competitivos.
10.- ¿En qué condiciones y con qué posibilidades afronta la comunidad científica española el H2020?
En la comunidad científica española estamos tremendamente hambrientos y por lo tanto hay una gran revolución para participar, competir en H2020. Por supuesto que tenemos todo el derecho y deber de hacerlo, pero creo que, vamos, esa "bulla" que tenemos va a hacer que nos lancemos quizá a muchos proyectos con poca solidez y sin medir las fuerzas de la competición, que va a ser durísima en muchos casos y mejor organizada. Tendría que haber un poco más de orquestación y planificación a este respecto.
Gracias, José María.
Autor: Guillermo Reglero. Director del Instituto IMDEA Alimentación