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Autor
Antonio Ruiz de Elvira (Universidad de Alcalá)

El premio Nobel de la Paz para el IPCC y Al Gore

Este año se ha concedido el premio Nobel de la paz a los trabajos que sobre el cambio climático han realizado el Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC) y Al Gore. Nos planteamos 2 preguntas: ¿Por qué de la paz? ¿Por qué a este organismo y a aquella persona?
Los científicos, que hace unos 30 años pensábamos, con los datos paleoclimáticos, que la Tierra evolucionaba de forma natural hacia la próxima glaciación que debería tener lugar dentro de unos 8.000 años, empezamos a preocuparnos entonces al ir recogiendo cada vez más medidas de las temperaturas del aire en la superficie de la Tierra y de la temperatura de los océanos. Con muchas fluctuaciones anuales, ambas temperaturas estaban subiendo. Por aquel entonces se pusieron en marcha los grandes ordenadores, los únicos que podían permitir encontrar soluciones a los modelos de circulación general de la atmósfera y el océano. Eran modelos muy simples, pues en aquellos ordenadores no cabía nada muy complejo, pero aun siendo simples reproducían razonablemente las observaciones y predecían una subida grande de temperaturas, de unos 3ºC (¿por que 3ºC es una subida grande? A lo largo de miles de millones de años la temperatura del planeta ha oscilado ente los 11ºC y los 21ºC. Una subida de 3ºC representa así 1/3 de la variación natural del planeta a lo largo de millones de años, pero esta subida se esta produciendo en 200 años).

Para otros, la gran mayoría de la población, esto del cambio climático es algo muy difícil de entender, y prefieren vivir al día sin preocuparse por el mañana

A los científicos nos empezó a entrar miedo, y comunicamos nuestros datos y los resultados de los modelos a la sociedad, que no ha querido aceptarlos desde entonces. Las razones para el rechazo son diversas: Unos, empresarios de petroleras y carboneras, no quieren oír hablar de dejar de quemar combustibles fósiles. Otros, fundamentalistas liberales, rechazan vivir en sociedad, quieren hacer siempre lo que les venga en gana sin tener que tener en cuenta al resto de los ciudadanos, que sin embargo son los que les dan de comer al comprar sus productos. Para otros, la gran mayoría de la población, esto del cambio climático es algo muy difícil de entender, y prefieren vivir al día sin preocuparse por el mañana.

La ONU si se empezó a preocupar, y organizó el IPCC, un conjunto de unos 2500 científicos que cada 4/6 años elaboran un informe con los mejores datos y resultados de modelos disponibles unos años antes de la publicación de esos informes. El trabajo que realiza el IPCC es tremendo, pues su labor es coordinar fuentes de datos, modelos y personas muy diversos.

Los resultados, no solo del IPCC, sino de la comunidad científica en general, indican que, si seguimos basando nuestro consumo de energía en combustibles fósiles, y seguimos derrochando energía sin pensar en su ahorro, la temperatura del planeta habrá aumentado, en el año 2100, entre 4 y 6ºC sobre la que tenía en 1880. Este cambio es monstruoso. Cambios de este tipo han producido las 5 grandes extinciones de la vida sobre el planeta, de las que tenemos noticia mediante el estudio de los fósiles, y aunque la vida se recuperaría, la civilización humana sufriría un choque absolutamente destructivo. Puesto que este cambio implicaría unos años después una nueva glaciación adelantada, que duraría 100.000 años, es muy dudoso que la civilización humana pudiese recuperarse.

¿SON ESTAS AFIRMACIONES APOCALÍPTICAS, CATASTROFISTAS?

No lo son, pues estamos aún a tiempo de frenar este cambio climático monstruoso, y conseguir que la temperatura del planeta no suba más de 2ºC (El sistema climático es no lineal, es un sistema de puntos críticos, y no es lo mismo que la temperatura aumente 2ºC que aumente 4ºC. En un caso no llegamos al borde del acantilado, en el otro caso caemos por el precipicio). Podemos frenar porque tenemos en nuestras manos toda la tecnología necesaria para sustituir la energía basada en el carbono fósil por energía solar en todas sus formas. Nos cuesta trabajo ponerla en marcha por la resistencia de las empresas energéticas tradicionales, que se agarran a unos recursos dañinos y periclitados.

¡La paz! ¿Por que hay guerras? El ser humano, cuando anda escaso de recursos energéticos, trata de robárselos a sus vecinos

Es aquí donde entra Al Gore. Gore se convenció, al poder reflexionar tranquilo una vez que había dejado las tareas de gobierno, de la realidad de las afirmaciones del IPCC y del resto de los científicos. Recordó unas clases y conferencias que había escuchado hacía ya muchos años, en las que un muy buen científico había predicho lo que se estaba cumpliendo, y asumió el papel de movilizador de la sociedad para conseguir detener la carrera hacia el desastre antes de llegar a él.

¡La paz! ¿Por que hay guerras? El ser humano, cuando anda escaso de recursos energéticos, trata de robárselos a sus vecinos. Esto se justifica, dignifica, racionaliza, con llamadas al "poder", a la "justicia", pero no es más que una expresión del mandato genético de supervivencia.

En una situación de cambio climático, la escasez de recursos será endémica en la Tierra, y esto propiciará guerras y destrucción sin cuento. Luchar contra el cambio climático es luchar a favor de la paz.

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