El lugar desde el que miramos al mundo animal nos condiciona más de lo que creemos a la hora de investigar
En este artículo publicado en The Guardian, la periodista Elle Hunt se hace eco de una investigación recientemente publicada en la revista PLoS One en la que los autores concluían que, aunque los expertos observan multitud de comportamientos homosexuales en animales, estas observaciones raramente llegan a la literatura científica.
Hunt argumenta que este hecho no es casual, sino que demuestra que la investigación científica no es inmune a nuestros prejuicios. Otro ejemplo sería el hecho comúnmente aceptado de que los mamíferos machos son más grandes que las hembras, algo que fue desmentido el año pasado gracias a una investigación con más de 400 especies.
¿Cuántos otros hechos que damos por sentado del mundo animal serán en realidad artefactos producidos por nuestros prejuicios?
Foto de portada: Peter Prokosch