¿Qué hacemos con los residuos que nuestro idilio con la tecnología no deja de producir?
Un informe publicado por Naciones Unidas esta semana advertía del incremento imparable de la basura electrónica en el mundo. En 2022 se produjeron 62 millones de toneladas de esta basura, suficiente para llenar un número de camiones capaz de dar la vuelta al mundo, parafraseando la nota de prensa del informe.
La generación de esta basura electrónica aumenta cinco veces más rápido que su reciclaje, generando costes económicos y ambientales, además de riesgos para la salud. Además, el informe apunta a que la industria depende cada vez más de “tierras raras”, elementos químicos poco abundantes y localizados en lugares muy concretos del planeta.
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