Materia traspasada...
Materia traspasada
por un haz de infinitas transparencias.
Bulle la vida, densa, en sus adentros
y mundos y sistemas se congregan
en torno de su corazón rugiente.
No hay más extenso campo de batalla
que el interior de un átomo.
Como una pesadumbre, como el final primero,
domina la materia sus estados
impenetrables, mientras en sus baluartes
se hace fuerte la duda del origen.
Su núcleo mineral golpea
como una aldaba en el vacío.
La materia no cuenta sus edades.
Su silenciosa y cálida dureza
forma parte de nuestro desconcierto.