Más allá
Manuel mira.
Una mancha color plata alumbra el manto negro.
¿Qué será?
Mamá sonríe a Manuel y le acaricia el cuello.
Es la luna.
Él, inquieto, vacila. Vuelve a mirar al cielo.
¿Qué es la luna?
La pregunta resuena en las columnas del tiempo.
¿Qué será? Piensa el hombre de Atapuerca.
¿Se podrá llegar? Se pregunta Atenas.
¿Será esférica? Dudan en Florencia.
Galileo escenifica
del humano el esplendor.
Lentes y mapas trazados
conducen hacia el albor
de la lucha por los cielos
del mundo del exterior.
El gigante lunar está más cerca.
Ya se palpan sus cráteres rocosos. Ya las naves acarician el polvo.
Ya aparecen las ansiadas respuestas.
En las emisoras, unas palabras;
en las imágenes, una bandera;
en los titulares, tres apellidos;
en las estaciones, una victoria.
Mamá mira orgullosa las glorias ya pasadas.
Pues la luna...
Manuel ya no hace caso; algo su atención llama.
¿Qué será?
Se ve en la medianoche una flecha escarlata.
¡Un cometa!
La duda de Manuel se aprecia en su mirada.
¿Un cometa?
La pregunta vuela.
Se apresuran los investigadores.
Se hace búsqueda en los ordenadores.
Se analizan los extraños colores.
Se camina hacia horizontes mayores