La luz del cero
EL terror luminoso de lo abierto sin fondo
donde las exactitudes no significan nada
pero abren más el cielo de un cero estupefacto...
Y uno hace sus solitarios. Y se figura que piensa.
iOh claridad! No hay justicia pues la razón del hombre
carece de sentido ante los ciegos
rayos gamma, modelos, dioses ordenadores
del sin-orden ni modelo que somos los sin-nombre.
El vacío fagocito se está comiendo a sí mismo,
Y eso es la luz, o el espanto,
o la equívoca sonrisa de las Madres
y su desesperanto, en tanto, o cuando...
En la pizarra del cielo los pájaros dibujan
y borran enseguida sus signos arbitrarios.
Bello es lo bello, ¿y qué más bello que el vacío?
No tenéis nada que hacer, amigos prometeicos.