Este mecanismo de defensa habría evolucionado en las aves por la ventaja que supone producir un sonido mimético al de las serpientes
Un equipo internacional de investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), la Universidad París-Saclay y la Universidad Hainan Normal de China, ha observado que aves de la familia Paridae, a la que pertenecen los carboneros y herrerillos, emiten siseos similares a los bufidos de las serpientes para defender sus nidos. El estudio, publicado en la revista Current Zoology, demuestra que este mecanismo de defensa habría evolucionado en las aves por la ventaja que supone producir un sonido mimético al de las serpientes.
“Cuando un depredador se acerca a los nidos de algunos páridos como los carboneros y herrerillos, las aves responden emitiendo un fuerte bufido, estirando la cabeza y chasqueando las alas”, explica Diego Gil, investigador del MNCN participante en el estudio. “Quisimos comprobar la similitud acústica entre estos bufidos y los que emiten las serpientes. Para ello, comparamos más de 40 grabaciones de seis especies de la familia Paridae con los bufidos de 14 especies de serpientes pertenecientes a las familias Viperidae, Elapidae y Culebridae. Lo que encontramos fue que los perfiles acústicos eran muy parecidos, pero solo en el caso de los bufidos emitidos dentro del nido, ya que otras vocalizaciones de alarma no presentaban esa semejanza”, puntualiza el investigador.
En una segunda fase, los investigadores quisieron comprobar si los sonidos eran realmente eficaces ante la llegada de un depredador. “Habituamos a varios ejemplares de ardilla rayada de Swinhoe, Tamiops swinhoei hainanus, que frecuentemente se alimenta de huevos y crías de estas aves, a acudir a una fuente de comida a alimentarse. Después, les pusimos las grabaciones de los bufidos de alarma para observar su reacción y comprobamos que, cuando esto ocurría, los animales evitaban acercarse a la comida”, señala Gil.
“Los resultados de este estudio muestran que los bufidos emitidos por las aves en los nidos son resultado de un mimetismo acústico y que funcionan como mecanismos de defensa eficaces. Dado que las aves y las serpientes no tienen un antepasado directo común, este comportamiento habría evolucionado por convergencia evolutiva, es decir, seleccionándose en las aves unas llamadas que imitan a las de las serpientes”, concluye el investigador.
Referencia bibliográfica:
Møller, A. P., Gil, D., & Liang, W. (2021). Snake-like calls in breeding tits. Current Zoology. DOI: https://doi.org/10.1093/cz/zoab001