Este mundo es un cero: a solas vale nada,
juntándolo con el cielo, mucho.
Gracián Sorprender a la esposa por la noche
con el amante, y no querer matarlos:
González, dependiente.
Contemplar cómo el sol incendia el valle
y lo renueva, y no gritarlo a todos:
Escamillo, yuntero.
Partir el pan delante de los hijos
y comer el pedazo más pequeño:
Redondo, papelista.
Cada día rozar la paz, el lujo,
y no escapar con la maleta a Suiza:
Zulategui, cajero.
Dar la vuelta al podrido y triste mundo,
sonreír a los astros, y volver:
Gagarin, hombre solo.