Si algo se me cae desde la ventana
(aunque no sea sino lo más pequeño),
cómo se precipita la ley de la gravedad...
sobre cada pelota, sobre cada grano,
y los arrastra hacia el centro del mundo.
Cada cosa está protegida
por una bondad pronta a la huida.
Solo nosotros en nuestra soberbia, nos apresuramos
A rebasar las conexiones que nos son propias,
Hacia el espacio vacío de una libertad.