José Luis García Fierro<br/>CSIC. Accésit IV Premio madri+d
1.-¿En qué consiste el catalizador para la reducción de NO a N2 con hidrógeno en condiciones de NOx oxidantes que ha patentado?
La patente describe un sistema catalítico que se utiliza en la reducción de las emisiones gaseosas contaminantes procedentes de la combustión de diferentes combustibles, tales como carbón, gas natural, derivados de la destilación del petróleo y biomasa.
Hasta la fecha, estos procesos de reducción de contaminantes y, especialmente, de los óxidos de nitrógeno, presentes en corrientes gaseosas se realizaba con catalizadores distintos, que requieren amoníaco como agente reductor y operan usualmente a temperaturas superiores a 300 ºC.
Sin embargo, el nuevo catalizador objeto de esta patente opera a temperaturas inferiores a 150ºC y utiliza hidrógeno en vez de amoníaco. Otra característica, no menos importante, de este desarrollo es la elevada selectividad del catalizador en la reducción de los óxidos de nitrógeno aún en corrientes gaseosas que contienen oxígeno. Estas ventajas hacen del catalizador patentado un candidato idóneo para la reducción de las emisiones contaminantes producidas en los procesos de combustión.
2.-¿Qué aporta su patente al mercado y qué posibilidades comerciales tiene?
Las posibilidades comerciales que aporta la patente son numerosas. De hecho, la patente ha cubierto las diferentes fases de ámbito nacional, europeo, Estados Unidos, y más recientemente se ha extendido a Japón. Dada su relevancia, varias compañías se han interesado en su aplicación a instalaciones industriales. De hecho, se acaba de licenciar a una gran empresa alemana para que lleve a cabo la explotación del sistema catalítico desarrollado.
Las aplicaciones previstas, en principio, son tres instalaciones estacionarias donde las fuentes de emisión de óxidos de nitrógeno son fijas. Cabe esperar que el abanico de posibilidades de aplicación se vaya abriendo, ya que se acopla perfectamente a todas las corrientes gaseosas que contienen niveles bajos de óxidos de nitrógeno e hidrógeno, usualmente no superiores a 1-2 % en volumen, y además oxígeno en exceso.
También se contemplan otras aplicaciones a fuentes de emisiones móviles, aunque todavía no se han materializado. Evidentemente este nicho de aplicación es más reducido ya que debe cumplir el requisito de disponer simultáneamente de una pequeña cantidad de hidrógeno para llevar a cabo la reducción. La ventaja de esta nueva tecnología es obvia en cualquiera de los dos campos de aplicación, ya que se elimina el uso del amoníaco, cuya manipulación es mucho más compleja y sujeta a ciertos riesgos.
3.-Como investigador público, ¿cuál ha sido su experiencia a la hora de patentar los resultados y cuál es su valoración?
La experiencia ha sido, sin duda, formidable aunque también hay que decir que se ha pasado por algunos altibajos. Quizá la primera etapa de ilusión por el resultado obtenido, pensando que se trae entre manos algo de utilidad, ha sido la más gratificante. Las fases posteriores de extensión de la patente a nivel internacional enturbian un poco el proceso, puesto que van apareciendo algunas dificultades. Los periodos largos que se deben cumplir en cada uno de los pasos de extensión de la patente, la severidad de los evaluadores, difícilmente entendible en muchos casos, y, por supuesto, el coste económico son las barreras principales que aparecen en el proceso.
Aún teniendo en cuenta estas dificultades intrínsecas a cualquier patente que recorre todos los pasos hasta su explotación, la perseverancia es fundamental. Añadiría también el golpe de la fortuna. Llamar a la puerta de una empresa innovadora que quiere mejorar su tecnología es esencial. Afortunadamente, esta búsqueda se simplifica notablemente en la actualidad mediante los medios de información y comunicación disponibles. No menos importante es la labor que se nos ha brindado desde la Oficina de Transferencia de Tecnología del CSIC, en cada una de las etapas de este largo proceso.
Como investigador de a pie, animaría a todos los investigadores a que hagan una primera reflexión sobre el alcance que puedan tener los resultados o las ideas antes de difundirlos a través de los canales habituales de comunicación. Esta primera evaluación no supone en absoluto un freno a la difusión de la actividad científica ya que sólo en unas semanas se completa su proceso de protección.
4.-Desde su perspectiva como investigador de un centro público de investigación, ¿qué medidas considera necesarias para fomentar la protección de los resultados de la investigación y su comercialización?
Un requisito previo para acercar la investigación al sector productivo es fomentar todos aquellos instrumentos que permitan establecer una conexión cada vez más próxima entre industria y academia. Y las patentes es uno de ellos. Creo que se han dado una serie de pasos muy importantes en los últimos años con el objetivo de estimular la componente de desarrollo de nuestro I+D.
Nuestra investigación se ha ido consolidando a lo largo de los últimos quince años y nuestro país se sitúa en una buena posición cuando se mide la actividad científica de los distintos países de la UE en términos de calidad y cantidad. Por el contrario, en el campo de patentes nos situamos justo en el furgón de cola. Las expectativas de cambio de esta tendencia son buenas en cuanto que van apareciendo nuevas fórmulas que estimulan el desarrollo tecnológico.
Por una parte, se están desarrollando fórmulas de cooperación entre industria y Universidades/OPIS mediante proyectos específicos (CENIT). Por otra, desde los Programas Nacionales se estimulan las iniciativas de cooperación con la industria. Además, se debe añadir la propia valoración que se empieza a hacer de las propias patentes. No cabe duda que todas estas medidas son eficaces y van a suponer un cambio sustancial del concepto y a revertir la tendencia de los últimos años. Finalmente, añadiría que el refuerzo de las OTTs con personal especializado que pueda brindar apoyo a los investigadores en cada una de esas fases, que van desde la propia génesis de estructuración de la patente hasta su comercialización, es otro ingrediente esencial para reforzar nuestro sistema de I+D.
