III
Nuestras vidas se pierden como círculos
Una vez se paseaba un aventurero por Nueva York
era media tarde y hacía un sol tibio de mayo
el caminante se paró en silencio en Broadway
delante del Palacio de la Western-Union Telegraph
donde se oía un rumor como el de un cuadro de distribución
era vendedor de periódicos y célebre inventor
Cuántos inventos se han ido a pique
las estrellas no se han salido de sus eternas órbitas
mire cómo un millar de personas tranquilamente vive
no no es trabajo ni energía
es una aventura como en el mar
encerrarse en el laboratorio
mire cómo un millar de personas tranquilamente vive
no no es trabajo eso es alquimia
......
Un anochecer a comienzos de octubre del mismo año
entristecido dirigió usted su grave paso
al laboratorio del célebre Menlopark
en medio de su correspondencia y sus regalos
haciendo girar con los dedos el molinillo de los sueños como de costumbre
amasó usted sin pensar con las fibras de carbono
el pájaro de nuestras noches con él trasnochamos largamente
escoba de los fantasmas de las sombras con la que los perseguimos
ardientes falenas de los paseos de ensueño
ángel guardián que está en los frontones las esquinas y las puertas
rosas de restaurantes cafés y bares
fuentes de la noche en las tinieblas del bulevar
rosarios sobre los puentes de los ríos de las grandes ciudades
nimbo de las prostitutas callejeras
coronas sobre las chimeneas de los grandes buques de vapor
lágrimas que caen desde las alturas de encima del piso
sobre el catafalco de la ciudad que las amortigua
sobre los edificios de los templos viejas momias
sobre los cafés donde están las almas vacías en el humo
sobre los espejos de los vinos y su frío eterno
sobre el catafalco de la ciudad de las emanaciones nauseabundas
sobre mi alma guitarra disonante con la que como mendigo de luces sueños
[y amor
toco y lloro cambiando de máscaras
con pasión trovadoresca yo príncipe y rey aventurero
de la ciudad de las orgías llamada Balmoral
por cuya célebre puerta entro siempre en el sueño
por medio del cordón negro de mis siervos y prisioneros
príncipes de asesinatos e histéricas carmañolas
carroza de la locura y de ruedas adornadas con cintas
de pasiones sádicas que hacen sonar campanas
de quimeras que se elevan que vuelan desde los dormitorios sobre los
[balcones
bebedor de crueles aventureras y hermosas mujeres
bebedor de placer y espumas ensangrentadas
bebedor de todo lo cruel que persigue y aplasta
bebedor de los horrores y la tristeza de la vida y la muerte