• Las palabras

    ¿DE dónde vosotras? Me cogéis de la mano cuando menos lo espero con
    vuestra mano ingrávida y a perderse se ha dicho.

    Así una y otra vez cuando más se clava la espina en el corazón, cuando todo
    se torna rambla seca, pedregal implacable, pie llagado, vosotras, ¿cómo os
    llamaré?

    Palabras, oficio de corazón tenéis, mansas al deseo como un animal que se
    entrega, vosotras consoladoras supremas, huéspedes del alivio.

    Tendido como un manto el dolor en el mundo, perezoso como un río sin

  • Los héroes

                                            Este mundo es un cero: a solas vale nada,
                                                       &nbsp

  • A

    Antes de que digas B, espera,
    escucha, piensa
    lo que has dicho.

  • Hemos llegado al límite...

             Hemos llegado al límite, agotado
    las posibilidades. Hemos
    conquistado los reinos
    materiales, violado los secretos
    de la vida, alcanzado
    el borde mismo donde
    termina la razón.
                                             Es hora
    de dar un paso más.

  • Madrigal de los caballos

                                                                 (Sugerencia a Charles Darwin)



    Ven a mi lado.

  • El museo darwin

    Monedas de un dios indiferente,
    días como islas, cada uno de ellos
    con su flora y su fauna,
    separado uno de otro por la
    noche; y en su silencio agudo, el paso
    de un gigante que viene a traernos
    el rarísimo don del presente.
    Nada es más semejante
    a un esqueleto humano que uno
    de murciélago: a la hora de los huesos
    todos iguales y el alma una cosa
    cuya importancia sería fácil
    -tratándose, como se trata, de uno mismo-
    exagerar.

  • Ecuación

    Ármase una palabra en la boca del lobo
    y la palabra muerde.

    En el movedizo fulgor del cielo
    hacia el ocaso,
    callada encalla, se vuelve brillo,
    es Venus:
                             cordera que encandece.

  • El método científico

    Las buenas teorías
    son aquellas susceptibles
    de ser refutadas, dice
    Kart Popper. Como
    si yo viniera
    la próxima semana
    a la misma hora, y me
    sentara con mi café
    exactamente
    allí,
    donde levanté la vista
    y te observé
    a ti,
    mirándome,
    y te encontrara,
    de nuevo,
    allí,
    y esta vez
    tuviera el valor
    de sonreír.

  • Surge el diamante...

             Surge el diamante desde lo profundo
    de su brillo, como la ola surge
    del mar, siendo ella misma
    el mar, y surge
    la esmeralda desde las verdes junglas
    de su dureza y el rubí y el ópalo
    desde su sangre o sus destellos.

            Y me dan en el pecho y me preguntan
    cuántos miles de siglos necesita
    un hombre, una conciencia para
    llegar a contemplarse
    a sí misma.

            Y, como escondido
    en esta su certeza indiferente,
    creo ver un aso

  • La sólida simplicidad de los átomos

    En fin, si la naturaleza no hubiese fijado ningún término a la
    destrucción de las cosas, ya los cuerpos de la materia hasta tal
    punto se habrían reducido por la acción devastadora del tiempo
    anterior, que nada engendrado por ellos a partir de cierto momento
    podría cruzar el límite último de su vida.