La presente observación empírica de la muerte y resurrección intermitente de galaxias plantea nuevas incógnitas interesantes. No obstante la evidencia es que existe una correlación entre la resurrección de las galaxias y la disponibilidad de combustible que este caso son nubes de gas al alcance gravitatorio de la galaxia para que puedan nacer nuevas estrellas. También se establece una correlación entre la existencia de agujeros negros super masivos que al absorber todo el combustible de gas disponible acelera la muerte de la galaxia.
Solo un equilibrio entre el núcleo de las galaxias que son agujeros negros y la fuerza gravitatoria para atraer nubes de gas permite una larga vida a la galaxia. En última instancia el proceso aleatorio de la existencia o no de nubes de gas errantes a proximidad determina la posibilidad de alargar la vida o resurrección de la galaxia.