Al fin y al cabo es una explicación científica de porqué tenemos que hablar bien a los niños, utilizando las expresiones normales y correctas, no infantilizadas ni con onomatopeyas, pues los niños aprenden lo que escuchan y para que su lenguaje sea correcto, el nuestro debe serlo también.
Al fin y al cabo es una explicación científica de porqué tenemos que hablar bien a los niños, utilizando las expresiones normales y correctas, no infantilizadas ni con onomatopeyas, pues los niños aprenden lo que escuchan y para que su lenguaje sea correcto, el nuestro debe serlo también.