I
Alrededor de mí, tú.
Estás buscando un punto para clavarte a él. Acaso esto no sea
posible. No porque yo no quiera ser inundada por ti, sino porque yo estoy
lejana de todo. De puntillas sobre mi corazón.
Ni me enteré del color que tomó el cielo cuando cantabas, ni del
diámetro que tiene la distancia que me separa de Dios.
II
Voy y vengo. Iré y vendré.
Soy la pasajera inmóvil de tus ríos.
Si no supieses nada de esta colina blanca crecida de mí, no podrías
tomar impulso y saltarla.
He aquí que tú naufragarías.