A finales de 1892 Alberto Aguilera, Gobernador Civil de Madrid, convocó un “llamamiento patriótico caritativo” para la construcción de un gran edificio en el que alojar a los pobres de solemnidad; este complejo sería más tarde el Asilo Santa Cristina.
El proyecto presentado por los arquitectos Mariano Belmás Estrada y Miguel Mathet y Coloma fue elegido para su construcción, erigiéndose los nuevos edificios en la finca de La Moncloa.
Hasta la creación del Asilo los mendigos serían acogidos, de forma provisional, en los asilos de San Luis y Santa Cristina, situados en el Paseo de Yeserías, los cuales albergaron a 646 personas, de las que 400 trabajaron en la construcción del nuevo recinto en La Moncloa.
La construcción, bajo la supervisión de Julián Marín, se inauguró en abril del año 1895, con el nombre de Asilo de Santa Cristina, dado en honor a la reina regente María Cristina de Habsburgo-Lorena, segunda esposa del rey Alfonso XII y madre del futuro rey Alfonso XIII. Se acordó que serían las Hermanas de la Caridad las que atenderían a los necesitados. Durante la primera década del siglo XX. En los primeros años llegaron a atender a 700 personas diariamente.
El diseño del recinto contemplaba la existencia de numerosos pabellones, para albergar, por separado, tanto a niños, mujeres, ancianos y hombres. Contaba, además, de los dormitorios diferenciados, con oficinas generales, lavabos y baños, roperos y almacenes de ropa, habitaciones para el médico, el inspector general, el capellán y las Hermanas de la Caridad; cocinas, despensas, carnicería, lavaderos con estufa desinfectante, secaderos de agua caliente, costurero, una capilla, dos comedores dispuestos uno a cada lado de la capilla (con capacidad para 250 personas cada uno), enfermerías, escuelas y salas de talleres para adultos, y finalmente salas para recibir a los mendigos, filiarlos y distribuirlos. Todo ello se encontraba rodeado por jardines, donde figuraba también un huerto, y paseos arbolados para el disfrute de los asilados.
Se decretó que para el mantenimiento del establecimiento por sí mismo, sin depender del ayuntamiento o de la Diputación, las personas acogidas se costearían su estancia y alimentación trabajando en los diferentes talleres, realizando efectos para su venta, lo cual sería beneficioso para los propios asilados, adquiriendo así el hábito del trabajo. Además, se celebraba anualmente una kermés en el interior del recinto para recaudar fondos.
En 1927 se proyectó la construcción de la Ciudad Universitaria junto al Asilo. En 1936, el estallido de la Guerra Civil, alteró sustancialmente el proyecto de Ciudad Universitaria y el devenir del recinto, incluido el Asilo. La batalla de la Ciudad Universitaria fue una de las más cruentas de la guerra, destruyéndose buena parte de lo que se había construido; el Asilo quedó totalmente destruido. El 15 de noviembre de 1936 el Asilo fue tomado por el ejército republicano, como residencia y lugar de combate, y tan sólo dos días más tarde, lo hizo el ejército sublevado; establecida la línea de frente sobre todo ese espacio durante mas de dos años y medio, los intensos bombardeos determinaron la ruina de los edificios, de forma que al finalizar el conflicto en 1939 se optó por derribar lo poco que había quedado en pie.
En 1954, se erigió un templete y se procedió a la instalación de una pequeña escultura de la Inmaculada Concepción, encontrada entre los escombros del antiguo Asilo y perteneciente a la capilla que se erigía en él, en lo que se conoce como el Parque de la Virgen Blanca.