¿Me acompaña, señora?
Es hacia el final del pasillo,
desde aquí se ve la placa:
Salón de Cirugía Plástica.
Me dice que de nuevo
querría ser joven, bella, seductora,
o parecerlo, que viene a ser lo mismo.
Me dice que ya no puede más
con las arrugas, las bolsas,
las patas de gallina,
y que en los cuartos del amor,
aun con luz velada, se ven, señora, se ven
como un paisaje lunar.
Usted quiere la cirugía plástica,
tanto la quiere, mi señora,
que ya se ve en sus senos la turgencia,
y en su piel., ¡oh, la piel, señora mía!