Cuando todo parecía ya visto,
cuando la revolución de los acontecimientos
tomaba la curva final para entrar a un nuevo ciclo
y el Eterno Retorno daba seguridad al hombre,
¡apareció el Espectro del Visible!
y se vio entonces que el rojo y el violeta
no cerraban un círculo cromático...
Así, pues, resulta que antes del rojo
no está el violeta sino el infrarrojo.
Y después del violeta
no está el rojo sino el ultravioleta.
De tal manera que no es del todo cierto
aquello de que en mi final está mi principio