• El miedo a la muerte. la ciencia, libertadora del hombre (La naturaleza de las cosas)

    Tú mismo ya cualquier día, vencido por las espantosas palabras de los adivinos, procurarás separarte de nosotros. Pues ¡cuántas fantasías en verdad pueden ellos ahora inventarte, capaces de trastornar las normas de tu vida y de perturbar con el miedo todas tus venturas! Y con razón. Pues si los hombres viesen que existe un límite preciso a sus penas, de algún modo podrían hacerle frente a las supersticiones y a las amenazas de los adivinos. Pero ahora no hay ninguna manera de resistir, ninguna posibilidad, porque hay que temer en la muerte penas eternas.

  • Si te perdieras

    Si te perdieras
    entre Júpiter y Urano
    te arrancarías los ojos para no ver el miedo
    del universo entero pendiente de no verte
    pues si te vieran
    las estrellas tendrían conciencia de tragedia
    tendrían conciencia
    comprenderían su lógica ciega
    inventarían la óptica
    el poker
    la ética
    la estética
    y el universo entero se iría a hacer puñet

  • Cancionero 45

    La ciencia construye, es cierto,
    mas no edifica un hogar;
    ha construido una fábrica
    para el bien y para el mal.

    El hogar quiere raíces
    que se puedan trasplantar
    luego del suelo y que al cielo
    llegue su copa a elevar.

    Y no es con cemento armado
    que se pueda edificar
    un hogar que eche raíces
    en la patria celestial.

  • Astronomía

    -Fragmento-

         Y si la tierra no fuera estable gracias a ese equilibrio de
    fuerzas, el sol no conduciría su carro desde el poniente,
    al aparecer las estrellas del cielo, y no volvería nunca al saliente,
    ni la luna, sumergida en el vacío, regiría su marcha, ni el Lucífero
    brillaría en las horas de la mañana, después de haber dado luz
    bajo el nombre de Héspero y de haber recorrido el cielo.
    Ahora bien, puesto que la tierra no está sepultada en lo más profundo,
    sino que permanece suspendida en el centro.

  • Cartografía

    Cual muerto ya
    o vencido
    hablo sin mí
    y duermo
    en el desastre.

    Debiera ser posible
    hacer mapas del odio
    y los húmedos monólogos
    de las cisternas
    de noche
    descifrar.

  • Átomo de deseo

    Hidrógeno
    creador de mares

    órbita única
    del átomo primero

    donde nace y muere
    el mundo.

    Cuando los dioses
    Reinan

    y presa está la carne
    tras encajes sagrados

    cuando vienen mis ojos
    de la noche

    y se suman las órbitas
    con ansias de materia
    interminable

    cuando el amor
    rompe las tramas
    de los encajes de oro

  • Soliloquio del individuo

    (Fragmento)


    Yo soy el Individuo.
    Primero viví en una roca
    (Allí grabé algunas figuras).
    Luego busqué un lugar más apropiado.
    Yo soy el Individuo.
    Primero tuve que procurarme alimentos.
    Buscar peces, pájaros, buscar leña,
    (Ya me preocuparía de los demás asuntos).
    Hacer una fogata,
    Leña, leña, dónde encontrar un poco de leña,
    Algo de leña para hacer una fogata,
    Yo soy el Individuo.
    Al mismo tiempo me pregunté,
    Fui a un abismo lleno de aire;
    Me respondió una voz:
    Yo soy el Individuo.

  • Al gran cero

             Cuando el Ser que se es hizo la nada
    y reposó, que bien lo merecía,
    ya tuvo el día noche, y compañía
    tuvo el hombre en la ausencia de la amada.
             Fiat umbra! Brotó el pensar humano.
    Y el huevo universal alzó, vacío,
    ya sin color, desubstanciado y frío,
    lleno de niebla ingrávida, en su mano.
             Toma el cero integral, la hueca esfera,
    que has de mirar, si lo has de ver, erguido.

  • Viajeros eternos

    Todo fluye.
    No podemos detener el espacio,
    que madura en tiempo.
    No podemos detener el tiempo,
    que acosa inexorablemente
    al ahora para convertirlo en después.
    No podemos detener la luz,
    que viaja perpetuamente
    de un lugar a otro del universo.
    No podemos detener los neutrinos,
    que discurren como fantasmas
    a través de la materia.
    No podemos detener los electrones,
    que danzan eternamente
    entre lo positivo y lo negativo.
    No podemos detener los quarks,
    entregados a una orgía perpetua

  • 10.000 millones de años

    Me he tomado el Sol muy a pecho.
    Charles Darwin


    He dejado todo camino atrás,
    ¿es que hay algún camino?, yo
    sé que son limpias mis heridas.
    Debajo de esta encina pienso
    en mi desdicha y lanzo una piedra
    para que rompa el Sol. Primero
    fue sólo un destello en un ojo
    nebular, ahora me queda.

    ¿Quién, dime,
    quién resolvió el enigma de los días,
    los echó como polvo errabundo
    entregado a las olas?