Tú aquí lloras, y allí bailan. Y allí lloran en tu lágrima. Allí fiesta, allí alegría. Sin saber nada de nada. Casi luz en los espejos. Casi llamas de unas velas. Casi patios y escaleras. Casi puños, casi gestos. El hidrógeno informal y el oxígeno a la par. Los granujas cloro y sodio. Ese golfo del nitrógeno en cortejo. Que se alza, se evapora. Gira y gira bajo el cielo. Tú aquí lloras, a eso juegas. Eine kleine Nachtmusik.
No sino sombra son que se conjuga, engranajes de sombra de lo no comprensible, grietas de sombra densas, desgajadas de las manos de un dios como migajas.
Pies de lo intransitable, luz de lo nunca diáfano, agua de sombra de la insaciable sed de trascendencia.
Casi sois nuestros, peces abisales, y hasta la infinidad seremos vuestros.
El libro el vaso el verde obscuramente tallo el disco lecho de la bella durmiente la música las cosas anegadas en sus nombres decirlas con los ojos &nb
A vosotras, estrellas, alza el vuelo mi pluma temerosa, del PIélago de luz ricas centellas; lumbres que enciende triste y dolorosa a las exequias del difunto día, güérfana de su luz, la noche fría;
ejército de oro, que por campañas de zafir marchando, guardáis el trono del eterno coro con diversas escuadras militando; Argos divino de cristal y fuego, por cuyos ojos vela el mundo ciego;
señas esclarecidas que, con llama parlera y elocuente, por el mudo silencio repartidas, a la sombr
-¿Podrías decirme qué es el sol? -El sol. -¿Y la luna, podrías? -Es la luna. -¿Y por qué llora Pedro inconsolable? -Porque en su vida no ha tenido suerte.