Excelentísimo Consejero de Educación e Investigación, Magníficos y Excelentísimos Señores Rectores, Excelentísimos e Ilustrísimos Señores, Compañeros y amigos, Señoras y Señores.
Los términos "Nanociencia" o "Nanotecnología" hacen referencia al desarrollo científico y tecnológico que se viene produciendo en las últimas décadas, y que ha permitido la construcción y manipulación de materiales en la escala del nanómetro. Todo este desarrollo promete un impacto social y económico mayor en varios órdenes de magnitud que el proporcionado por la tecnología "submicrométrica", que es la base de la electrónica moderna y de las amplias capacidades de telecomunicación que existen actualmente.
El haber sido uno de los pioneros en España en el área de los Materiales Moleculares, puerta de acceso a la Nanociencia, junto con ilustres compañeros, como Eugenio Coronado, Nazario Martín y Jaume Veciana, entre otros, me llena de orgullo. El campo de los Materiales Moleculares en 1990, cuando comenzamos, era un territorio inexplorado en gran medida, en la interfase entre la química y la física. Nuestro grupo partiendo prácticamente de cero en esta área, ha conseguido correlacionar el diseño molecular de las ftalocianinas con sus propiedades, a través de la síntesis orgánica.
La conexión de la academia y la industria sigue siendo la asignatura pendiente de nuestro sistema científico-tecnológico
El carácter aplicado de nuestra investigación nos ha permitido establecer lazos con el entorno industrial regional, nacional e internacional, a través de numerosos proyectos I+D con diversas empresas. La conexión de la academia y la industria sigue siendo la asignatura pendiente de nuestro sistema científico-tecnológico. Los esfuerzos realizados en este sentido por las administraciones públicas no terminan de cuajar. Parece una responsabilidad compartida entre unos empresarios que solo piensan en el plazo corto y unos científicos que no tenemos especial interés en dirigir nuestros esfuerzos a aspectos prácticos que la sociedad demanda.
Debemos desarrollar nuevos mecanismos que permitan enfocar la creatividad mediterránea hacia la inspiración científica y tecnológica. Se deben financiar sin reparos nuevos programas de investigación que permitan aprovechar el potencial humano joven del que disponemos, a través de una asociación estratégica con los sectores productivos. Solo así seremos realmente un país desarrollado más allá del sector servicios.
La Comunidad de Madrid viene realizando esfuerzos para potenciar la investigación científica, lo que es loable, pero a mi modo de ver todavía de manera insuficiente. Por otra parte, actos como el que aquí nos convoca deberían ser resaltados muy especialmente, como se hace en países de nuestro entorno, para que la sociedad tomase conciencia de la importancia de nuestro trabajo. No son sin embargo estos momentos para la queja.
Es con profundo reconocimiento que acepto este gran honor, que es uno de los más significativos que se me ha concedido. Lo hago en nombre de todos los que lo han hecho posible. Mi reconocimiento más sincero y a mis colaboradores, nacionales y extranjeros, con los que he desarrollado mi trabajo de investigación, y que ostentan gran parte de los méritos que se me atribuyen. Por razones obvias, no puedo nombrarlos a todos aquí. Una única omisión sería una profunda injusticia. Gracias a la Universidad Autónoma de Madrid y a IMDEA-Nanociencia por su apoyo.
Asimismo, deseo reconocer el apoyo y aliento que he recibido de mi familia. Por supuesto, nada de esto habría sido posible sin los continuos esfuerzos de mis padres Ambrosio y Luisa en favor de mi educación y el fomento de mi curiosidad, junto con el apoyo de mi hermana María Luisa. Pero quiero agradecer de manera muy especial a mi mujer, Juliana, y a mis hijos José Luis y Ana Isabel, aquí presentes, que con su comprensión y cariño me han soportado a lo largo de tantos años y me han ayudado a mantenerme en contacto con la realidad.
Gracias también a todos los presentes por compartir conmigo estos momentos.
