“Nuestro reto es conseguir desarrollar un tratamiento personalizado en cada paciente oncológico”

¿En qué consiste su investigación?

Nuestro grupo, en el Instituto de Investigaciones Biomédicas "Alberto Sols" CSIC-UAM,  está centrado en dos grandes proyectos. Por un lado, la identificación y validación de nuevos tratamientos antitumorales, más efectivos y menos tóxicos, dirigidos a moléculas alteradas en cáncer de mama y ginecológico. Por otra parte, también tratamos de analizar cuál es el mejor manejo clínico en base a las mutaciones y a las características clínicas que tiene cada paciente.

Para ser más concreta, uno de nuestros proyectos se centra en una molécula que identificamos hace unos años y que se encuentra alterada en tumores de mama, cuyo pronóstico clínico es adverso.  Desde entonces, lo que estamos haciendo es desarrollar una terapia dirigida contra esta molécula para contrarrestar la resistencia terapéutica que media. Además, para evitar toxicidad, lo que hemos hecho es desarrollar una nueva nanoterapia, que consiste en el uso de un anticuerpo que reconoce dicha molécula y la bloquea. Dicho anticuerpo se ha introducido en nanopartículas con ácido hialurónico lo que la hace biocompatible y por tanto menos tóxica para el paciente. Nuestros datos en el laboratorio muestran la alta efectividad de este nuevo tratamiento en un subgrupo de tumores que tienen un comportamiento clínico adverso.

Por otro lado, trabajamos también con biopsias mínimamente invasivas en las que caracterizamos las mutaciones del tumor y mediante aproximaciones basadas en el uso de la inteligencia artificial estudiamos cual sería el mejor tratamiento para cada tumor, con este abordaje lo que pretendemos hacer es llegar a conseguir una medicina personalizada para cada tumor y por tanto para cada paciente.

¿De qué manera contribuye tu investigación a afrontar los desafíos de la sociedad?

Creemos que nuestro trabajo permitirá clasificar qué pacientes van a responder y cuáles no a la terapia antitumoral actual y ofrecer a estos últimos nuevas pautas de tratamiento. Esto es importante porque debemos tener en cuenta que cada tumor es diferente y, por tanto, necesita un tratamiento y seguimiento distinto.

Asimismo, creo que cada paciente oncológico necesita que se analice su tumor desde todos los ámbitos y especialmente a nivel de su biología, porque no podemos olvidar que el cáncer es una enfermedad genética que tiene como inicio alteraciones en el ADN de las células.

Divulgación de la ciencia. ¿Cómo hacer llegar a la sociedad en trabajo de los científicos y las científicas?

Sin duda, consideramos que conseguir que nuestros avances científicos sean conocidos por la sociedad es vital para que se apueste por la ciencia en este país. Nosotros somos miembros de varias asociaciones científicas, como la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer (ASEICA),  que aglutina más de 1.200 investigadores en el campo de la oncología, de hecho actualmente soy tesorera de su Junta Directiva.  En ASEICA apostamos por una divulgación seria y de calidad para que la sociedad entienda nuestro trabajo, llevamos a cabo diversas actividades de divulgación, en las que queremos transmitir, de forma realista, cuales son los avances y en qué punto está la investigación. Con esto pretendemos evitar falsas esperanzas, y sobre todo hacer ver que sin investigación no se va a avanzar en la cura ni del cáncer ni de otras enfermedades.

También colaboramos activamente con la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en este aspecto, que creo que hace una labor encomiable para que la sociedad entienda el papel de la investigación. Creemos que la sociedad debe saber que en la lucha contra el cáncer no está sola y que muchos científicos intentan conseguir que esta enfermedad sea considerada crónica, esperemos, en poco tiempo.

¿Hacia dónde se dirige su investigación en el futuro?

Nuestro reto es conseguir desarrollar un tratamiento personalizado en cada paciente y que este sea no solo efectivo, sino también menos tóxico, porque la calidad de vida de estos pacientes es vital y constituye nuestra hoja de ruta.

¿Qué papel ha desempeñado la  Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) de su universidad en el desarrollo de su patente?

Actualmente estamos en fase de redacción de una patente derivada de nuestro trabajo, y la OTRI no sólo apoya al investigador en su redacción, sino que también nos ayuda a acercarnos a las empresas farmacéuticas para conseguir que nuestro producto llegue a la clínica.

Estamos actualmente en fase de redacción de una patente derivada de nuestro trabajo, y la OTRI apoya al investigador no solo en su redacción sino también nos permite acercarnos a las empresas farmacéuticas para conseguir que nuestro producto llegue a la clínica.

En este sentido la   Fundación de la Universidad Autónoma de Madrid (FUAM)  organiza unas jornadas de InnoUAM en las que investigadores como yo pueden reunirse con empresas diversas en el campo de la biomedicina.  Esta iniciativa permite acercar la investigación del laboratorio y posibilita que nuestro trabajo llegue a transferirse a la clínica, que es el objetivo que todos buscamos.

Ya sé que me dirán, como buena investigadora, que la ciencia no tiene fronteras, ni nacionalidad… pero no por ello deja de ser cierto que la ciencia la hacen personas concretas en lugares determinados. Muchos de ustedes han recibido fondos públicos, becas, presupuestos para desarrollar su carrera. Permítanme hacer la pregunta del interés general: ¿Cómo avanza Madrid cuando avanza la ciencia en Madrid?

Bueno, me gustaría que avanzara más rápido y que los investigadores en Madrid tuviéramos más contratos, proyectos y ayudas de investigación o, por lo menos, que tuviéramos las mismas oportunidades que se dan en otras comunidades autónomas. Sin duda, nos queda mucho camino por recorrer y espero que Madrid no se quede rezagada y que siga apostando por la investigación. En mi opinión, se requiere un soporte mayor porque, al menos en el campo de la oncología, estamos hablando de una pandemia con unas cifras muy altas que nos afecta a todos y la única forma de erradicarla es apoyar la investigación y al personal que la realiza.

¿Alguna cuestión que quiera añadir?

Me gustaría decir que ahora que la pandemia del COVID ha demostrado que con ayuda a la investigación hemos sido capaces de desarrollar una vacuna en apenas un año, si este tipo de apuesta se mantiene y se sigue apoyando la investigación, qué no seríamos capaces de conseguir para otras enfermedades como el cáncer.