Un estudio internacional liderado por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y la Universidad Johns Hopkins revela que el 54,6 % de los adultos hispanos de 65 años o más en Estados Unidos sufre pérdida auditiva, mientras que solo el 8,3 % utiliza audífonos
La pérdida auditiva es uno de los problemas de salud más frecuentes en la población mayor y se asocia con múltiples condiciones desfavorables, como deterioro cognitivo, aislamiento social o mayor riesgo de caídas. Sin embargo, hasta ahora se disponía de pocos datos representativos sobre la población hispana en Estados Unidos, que constituye cerca del 19 % del país y que históricamente ha tenido menor acceso a servicios sanitarios.
Un estudio liderado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y de la Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health (EE. UU.) ha analizado datos de la National Health and Aging Trends Study, que en su ronda de 2022 incorporó una muestra ampliada de adultos hispanos. Los resultados son contundentes:
• Prevalencia: más de la mitad (54,6 %) de los hispanos mayores de 65 años presenta algún grado de pérdida auditiva, lo que equivale a unos 2,8 millones de personas.
• Uso de audífonos: solo el 8,3 % de quienes presentan pérdida auditiva utiliza dispositivos de ayuda, una cifra muy inferior a la observada en otros grupos poblacionales.
Brechas de acceso y factores de desigualdad
El estudio confirma que la prevalencia de pérdida auditiva aumenta con la edad y es mayor en hombres que en mujeres. A pesar de ello, el uso de audífonos sigue siendo muy reducido, especialmente entre personas con menor nivel educativo o con menos recursos económicos.
“Estos hallazgos ponen de relieve la necesidad urgente de políticas sanitarias que tengan en cuenta las barreras culturales, lingüísticas y económicas que enfrentan los adultos mayores hispanos”, señala Humberto Yévenes-Briones, profesor de la UAM y codirector de la investigación.
Por su parte, Pablo Martínez-Amezcua, profesor de la Universidad Johns Hopkins y también codirector del estudio, advierte: “Sin intervenciones adaptadas y accesibles, millones de personas seguirán sin recibir la atención auditiva que necesitan, lo que puede agravar problemas de aislamiento social, deterioro cognitivo y calidad de vida en esta población en rápido crecimiento”.
El trabajo contó con la colaboración de investigadores de la NYU Grossman School of Medicine y la San Diego State University, además de la Universidad Johns Hopkins.