La Universidad de Alicante (UA) lidera un estudio que demuestra que los círculos de hadas, observados hasta ahora únicamente en Namibia y Australia, están presentes en más de 250 localizaciones de 15 países y tres continentes
Con la ayuda de modelos basados en inteligencia artificial, un estudio liderado por la Universidad de Alicante (UA) en el que participa la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha clasificado imágenes satelitales y encontrado 263 lugares en 15 países donde se pueden observar patrones similares a los círculos de hadas descritos hasta la fecha en Namibia y Australia Occidental.
Una de las formaciones naturales más impresionantes y misteriosas que podemos observar en las zonas áridas de nuestro planeta son los círculos de hadas, enigmáticos patrones de suelo desnudo circulares rodeados de vegetación que hasta ahora únicamente se habían descrito en Namibia y Australia. Se han propuesto múltiples hipótesis para explicar su formación, que han dado lugar a numerosas discusiones sobre los mecanismos que los originan. Pese a ello, hasta ahora no se habían analizado los factores climáticos, edáficos y ambientales que determinan su distribución a escala global porque sólo se conocían en Namibia y una parte de Australia.
“Analizar sus efectos en el funcionamiento de los ecosistemas y descubrir los factores ambientales que determinan su distribución es fundamental para comprender mejor las causas de la formación de estos patrones de vegetación y su importancia ecológica” indica Emilio Guirado, investigador principal del estudio, perteneciente al Laboratorio de Ecología de Zonas Áridas y Cambio Global de la Universidad de Alicante (UA).
Los lugares que identifica el estudio, publicado en PNAS, incluyen el Sahel, el Sáhara Occidental, el Cuerno de África, Madagascar, el suroeste de Asia o Australia Central. “Nuestro estudio proporciona evidencias de que las formaciones de vegetación en círculos de hadas son mucho más comunes de lo que se pensaba con anterioridad, lo que nos ha permitido el primer intento de comprender globalmente los factores que afectan a su distribución” destaca Manuel Delgado Baquerizo, líder del BioFunLab del IRNAS-CSIC y coautor de este estudio.
Los investigadores encontraron que la combinación de determinadas características del suelo y el clima, como presentar un bajo contenido de nitrógeno y una precipitación media inferior a 200 mm/año, se relacionaron con la presencia de círculos de hadas. Tanto las termitas como las hormigas tuvieron una importancia baja como predictores a escala global. Sin embargo, a una escala regional, las termitas fueron un factor predictivo más importante en Namibia que en regiones como el Sahel o Australia. “Este estudio ha tenido en cuenta múltiples variables hasta la fecha no consideradas, como el albedo o el estado de los acuíferos”, señala Jaime Martínez-Valderrama de la EEZA-CSIC y coautor del estudio.
Los investigadores también compararon la estabilidad de la productividad primaria de la vegetación de los círculos de hadas con la de otros ecosistemas y encontraron una mayor estabilidad cuando los círculos de hadas estaban presentes. “Estos resultados proporcionan la primera evidencia empírica de una mayor estabilidad de la productividad de los círculos de hadas, una propiedad clave de los ecosistemas que está relacionada con la provisión estable de servicios ecosistémicos como la cantidad de forraje” indica Fernando T. Maestre, catedrático de la UA y director del Laboratorio de Ecología de Zonas Áridas y Cambio Global. “Estos resultados también abren la puerta para investigaciones sobre si estos patrones espaciales pueden ser indicadores de la degradación de los ecosistemas con el cambio climático, como ocurre con otros patrones espaciales de la vegetación en zonas áridas”, apunta Miguel Berdugo, investigador de la Universidad Complutense de Madrid y coautor del estudio.
Este estudio ha generado un atlas global de los círculos de hadas y una base de datos que podría ser de utilidad para determinar si la presencia de patrones espaciales como los círculos de hadas hacen a los ecosistemas áridos más resilientes al cambio climático y otras perturbaciones. “Esperamos que estos datos inéditos sean útiles para quienes estén interesados en comparar el comportamiento dinámico de estos patrones con otros presentes en zonas áridas de todo el mundo”, finaliza Emilio Guirado.
Referencia bibliográfica:
Emilio Guirado, Manuel Delgado-Baquerizo, Blas M. Benito, José Luis Molina-Pardo, Miguel Berdugo, Jaime Martínez-Valderrama & Fernando T. Maestre 2023. “The global biogeography and environmental drivers of fairy circles”. Proceedings of the National Academy of Sciences. DOI: 10.1073/pnas.2304032120.
Referencia fotografía:
Los círculos de hadas son una de las formaciones más misteriosas de la naturaleza. / Shutterstock.