CARDIMED tiene un doble objetivo: demostrar el potencial de las soluciones basadas en la naturaleza (SBNs) para aumentar la resiliencia de los ecosistemas mediterráneos y construir una infraestructura que permita unificar el conocimiento generado
El último informe del IPCC alerta sobre la vulnerabilidad de la cuenca Mediterránea frente al cambio climático y señala que en esta región ya se ha experimentado un aumento de la temperatura de 1.5 ºC, mientras que la media mundial se mantiene en torno a los 1.1 ºC. Este incremento, combinado con ciertas actividades humanas, hace que los episodios de sequía sean cada vez más frecuentes, empobrece los suelos e intensifica las olas de calor en las ciudades, entre otros efectos. En este contexto, el proyecto CARDIMED tiene un doble objetivo: demostrar el potencial de las soluciones basadas en la naturaleza (SBNs) para aumentar la resiliencia de los ecosistemas mediterráneos frente a estas nuevas condiciones y construir una infraestructura que permita unificar el conocimiento generado y ponerlo a disposición de los actores interesados. El proyecto lo coordina la Universidad Técnica Nacional de Atenas y participan 51 entidades internacionales que trabajan actualmente en temas de adaptación y mitigación del cambio climático, entre ellos el CREAF.
“Desde CARDIMED nos comprometemos a valorar la complejidad de los servicios socioambientales y a predecir su respuesta a las SBNs. Por ejemplo, pretendemos responder a preguntas del tipo: ¿cómo cambiará la capacidad del suelo para almacenar carbono y producir alimentos si reciclamos agua residual para fertirrigación – aportar nutrientes mediante el agua de riego? También contemplamos una variedad de escenarios medioambientales y diversas perspectivas sociales, científicas y de gestión”, explica Pilar Andrés Pastor, investigadora del CREAF.
Además, la investigadora añade que todo esto se llevará a cabo con un enfoque WEFE Nexus, que precisamente pone de relieve la interdependencia entre la seguridad hídrica, energética y alimentaria y los ecosistemas -agua, suelo y tierra-.
Para demostrar la efectividad de estas soluciones, uno de los grandes objetivos del proyecto es el de implementar una selección de 16 casos sobre el terreno en 20 localidades situadas en Grecia, Italia, Portugal, Francia, España, Chipre y Turquía. Entre otras, se demostrarán opciones para reutilizar aguas pluviales y residuales en la recarga de acuíferos, reducir la salinización de los suelos y fertirrigar zonas agrícolas; también se ensayarán formas de crear refugios climáticos en las ciudades mediterráneas y de mejorar la recuperación de las aguas pluviales y mitigar inundaciones. Respecto a los bosques, se aplicarán tratamientos forestales para combatir plagas, recuperar la conectividad territorial y restaurar bosques de ribera. Además, se tienen en cuenta formas de mejora del rendimiento integrado en agroforestería.
“En nuestro caso, coordinamos los planes de monitoreo de todas las actuaciones y proporcionamos indicadores de resiliencia al cambio climático”, explica Pilar Andrés. Desde el CREAF también participan otros investigadores e investigadoras que trabajan en el ámbito del bosque, la biodiversidad urbana, el suelo y la modelización de los ciclos de carbono.
Cocrear una infraestructura digital de SNBs
A lo largo de 5 años el proyecto también trabajará para crear una infraestructura digital que integre estudios y datos generados por diversas entidades e investigaciones en torno a las soluciones basadas en la naturaleza, también estandarizará la manera en la que se evalúa la efectividad de estas medidas. Para que esta herramienta sea lo más útil posible, el proyecto organizará sesiones participativas con actores clave en las dinámicas territoriales que puedan contribuir a diseñarla, utilizar y nutrirla con nueva información.
“Mediante plataformas digitales inteligentes, participación ciudadana y herramientas de modelización holística, queremos demostrar que las soluciones basadas en la naturaleza pueden aplicarse eficazmente a gran escala. El proyecto contribuirá en gran medida a la misión de la UE en materia de adaptación al cambio climático y animará a las regiones a ser más resilientes”, explica el coordinador del proyecto Simos Malamis, investigador en la Universidad Técnica Nacional de Atenas.
¿Qué son las Soluciones Basadas en la Naturaleza?
Las SBN son precisamente estrategias que se fundamentan en la naturaleza, que son eficaces y que buscan solucionar un reto humano a la vez que devuelven la salud a los ecosistemas. Son una estrategia para recuperar las funciones naturales, restaurar nuestro planeta y hacernos más resilientes frente a la crisis climática. Una naturaleza sana, vigorosa y que funciona, con todos sus procesos a pleno rendimiento, capaz de producir, frutos, madera, filtrar agua y aire, mantener flora y fauna, es un regalo para el propio planeta y para nosotros mismos.