Un nuevo modelo sugiere que la luna de Saturno no tiene un océano global, sino una mezcla de hielo y agua líquida
Durante años se pensó que bajo la corteza helada de Titán se escondía un océano continuo de agua líquida. Un nuevo análisis de datos de la misión Cassini cuestiona esa idea. Según el estudio, el interior de Titán sería más bien un "granizado", una mezcla de hielo y agua líquida en pequeñas bolsas desconectadas.
El modelo explica mejor cómo responde la luna a la gravedad de Saturno y cómo se disipa su calor interno. Lejos de reducir el interés astrobiológico, el hallazgo lo amplía. Estas bolsas podrían favorecer reacciones químicas localizadas, potencialmente relevantes para la vida.
La futura misión Dragonfly, que explorará la superficie de Titán en la próxima década, será clave para comprobar si este mundo frío y extraño es químicamente más activo de lo que se pensaba.
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Imagen de portada: NASA
