Los contadores de estrellas
Yo estoy cansado.
Miro esta ciudad
una ciudad cualquiera
donde ha veinte años vivo.
Todo está igual.
Un niño
inútilmente cuenta las estrellas
en el balcón vecino.
Yo me pongo también...
Pero él va más deprisa:
no consigo alcanzarle:
Una, dos, tres, cuatro, cinco...
No consigo alcanzarle.
Una, dos ...
tres...
cuatro...
cinco