Lección de anatomía
El hombre amoratado en la camilla
con los ojos velados como un pez en la plaza.
Las fibras sueltas que el Doctor Tulp levanta indiferente
y la piel retirada como si fuera un guante.
Mi padre conducía,
llegamos hasta Holanda, con sus canales y sus girasoles,
el mercado del queso aquel domingo,
la lencería azul de la mujer en el escaparate.
Mi padre nos mostraba el Rijksmuseum,
daba clases de historia
y los originales no enseñaban
nada que no estuviese ya en los libros.
No se habló de la muerte,
nos fuimos a comer.
Sólo tenía once años
la muerte como Rembrandt
era un nombre vacío,
mi padre nos habló de los colores,
cómo dispuso a cada personaje
según su economía.
Qué perseguía Tulp,
por qué nos miran,
por qué miran el libro y no al cadáver.
El profesor no busca la verdad,
les enseña la ausencia del misterio.
Entiendo que mi padre se callara.
De Los comensales. Ed. Pre-textos, 2012.