Las conexiones ocultas. Implicaciones sociales, medioambientales, económicas y biológicas de una nueva visión del mundo.

Fritjob Capra cabalga de nuevo. El inconformista director del Center for Ecoliteracy de Berkeley da una vuelta de tuerca a la teoría de la complejidad y la lleva actualizada a sus derivaciones sociales, ambientales, económicas, biológicas y políticas.

Capra me había ya sorprendido por su originalidad y su capacidad de síntesis con "La Trama de la Vida". Desde ese momento capturó mi atención, logró que me identificase con su forma de escribir, con su apasionamiento, con su forma de abordar los problemas sistémica y/o estructuralmente, con su interés por lo nuevo y útil. Sus problemas son, en gran medida, mis problemas, su forma de acercarse a ellos es compleja y desde la complejidad, se anticipa evidentemente a la realidad dominante, y es capaz de mostrarnos lo que es probable que suceda, y lo hace con tanta fuerza que no entendemos porqué no suceden ya. Capra es también una suerte de espiritualidad, de profundidad que enlaza con el "río que nos lleva", el torrente de espiritualidad procedente del budismo, y lo hace desde lo humano, desde la mejor de las tradiciones humanistas. Capra está en el río del pensamiento no dominante, pero humano, del pensamiento complejo, de la integración de lo nuevo en lo de siempre, de la superación de las barreras, de la proyección hacia mundos más humanos y con mayor sentido de lo real.

En "Las Conexiones Ocultas" pretende "extender al ámbito social la nueva comprensión de la vida que ha surgido de la teoría de la complejidad", y de esta forma, "ofrecer una visión unificada de la vida, la mente y la sociedad" y desarrollar "un planteamiento coherente y sistémico de algunas de las cuestiones críticas de nuestra época". Ya en "The Tao of Physics" (1975) analizaba las implicaciones filosóficas de los cambios en conceptos e ideas que estaban sucediendo en la física. En "La Trama de la Vida" (1996) se abordaban los cambios en todas las áreas de conocimiento de la ciencia. En todas sus investigaciones y publicaciones el interés se centra en los procesos y patrones de comportamiento de los sistemas vivos: en las "conexiones" ocultas entre fenómenos.

El horizonte de Capra consiste en construir comunidades ecológicamente sostenibles, diseñadas de tal modo que sus tecnologías y sus instituciones sociales no interfieran la capacidad inherente a la naturaleza para mantener la vida y, por tanto, deberán ser consistentes con los principios para sustentar la trama de la vida.

Su libro constituye una ruta alternativa hacia la deconstrucción social y la sostenibilidad. Para él la sostenibilidad no es una propiedad individual, sino "una red compleja de relaciones que implica a la comunidad como un todo. Una Comunidad humana sostenible interactúa con otros sistemas vivos -humanos y no humanos- de tal modo que les permite vivir y desarrollarse según su propia naturaleza. En el ámbito humano, la sostenibilidad es plenamente consistente con el derecho fundamental de las comunidades a la autodeterminación y la autoorganización". De esta forma, las tesis de Capra enlazan con la más rabiosa actualidad de la globalización y la sustentabilidad y equilibrio dinámicos de organismos vivos.

"Las Conexiones Ocultas" no pueden comprenderse sin "La Trama de la Vida", sobre todo por un científico. El libro que comentamos es más social, se mueve más en el mundo de lo que puede ser o debe ser en las comunidades humanas a partir de lo que se ve que es en los organismos vivos. Ahí es donde encontramos algunos de sus puntos más débiles, pero también su fuerza como argumento. En mi opinión, la mejor forma de entender a Capra es leer primero la Trama y después las Conexiones. En cualquier caso, la concepción estructural no es una novedad, y el planteamiento sistémico tampoco, tampoco lo es el pensamiento no lineal o la teoría de la complejidad; pero si lo es saber integrar y sintetizar ese pensamiento científico y traducirlo en opciones sociales sostenibles. Maturana y Varela y la autopoiesis; Goodwin y Stewart y la dinámica no lineal; Ilya Prigogine y el caos; la teoría de las estructuras disipativas, Morowitz, un sinfín de aportaciones integradas en torno a un horizonte inalcanzable, pero deseable: hacer más humano y ecológico al ser humano.