Fotosíntesis
Tus electrones giraban tranquilos
por órbitas de tu mundo interior,
mientras los días iban configurando en ti
la clorofila, en una mutación
de la cual desconoces el origen.
Ahora eres un árbol en el bosque de la vida,
con el día llegó la luz de tus ojos
y te diste cuenta que los electrones
se excitaban con aquel beso de luz.
Seguían una cadena de transporte
con una alegría que daba energía
y obtenía oxigeno del agua.
Y te introdujiste en el otro fotosistema,
que tenía una clorofila diferente,
completando su órbita.
Ya sin luz, en la noche,
un conjunto de reacciones mágicas
de enlaces y atracciones entre todos los átomos
iban purificando el aire
mientras el gusto dulce del azúcar
se repartía por todas las ramas,
troncos y raíces haciendo más brillantes,
más verdes las hojas.