Un enfermo inmunodeprimido que padece una infección cutánea grave por M. chelonae ha sido tratado con éxito con un bacteriófago, junto con antibióticos y cirugía
Una terapia con virus bacteriófagos ha mostrado eficacia en un paciente inmunodeprimido con una infección por Mycobacterium chelonae multirresistente. El equipo del Brigham and Women’s Hospital, de la Escuela de Medicina de Harvard (EE UU) ha combinado el tratamiento con antibióticos y cirugía.
Los bacteriófagos son un tipo de virus que atacan específicamente a determinadas bacterias y su utilización frente a las que presentan múltiples resistencias a los antibióticos se considera una estrategia antimicrobiana alternativa.
Los resultados del trabajo, publicados en Nature Communications, describen la respuesta clínica observada en el primer caso de infección por M. chelonae tratado con terapia bacteriófaga.
La M. chelonae se asocia habitualmente a infecciones de la piel y tejidos blandos —sobre todo en personas con sistemas inmunitarios débiles—, pero es difícil de tratar debido a la amplia resistencia a los fármacos antimicrobianos.
Interacciones con el sistema inmunitario humano
Según explican los autores del estudio, los bacteriófagos son capaces de infectar y matar a los huéspedes bacterianos, pero su uso clínico actual es limitado debido a las complejas interacciones con el sistema inmunitario humano.
La terapia con estos virus había demostrado anteriormente que puede tratar con éxito la infección por Mycobacterium abscessus (que es ampliamente conocida por su amplia resistencia a los antimicrobianos), pero no la infección por M. chelonae.
Ahora, el grupo de Jessica Little informa sobre el tratamiento de un paciente inmunodeprimido, que además de esta infección cutánea padece artritis seronegativa.
Tras administrarle un único bacteriófago, junto con los antibióticos y la cirugía, los investigadores constataron que el paciente “mostró una excelente respuesta clínica, con una disminución de la inflamación y la nodularidad de sus lesiones cutáneas en los meses siguientes al tratamiento, y no tuvo efectos secundarios adversos a la terapia de bacteriófagos”.
Los resultados de este trabajo muestran que los bacteriófagos podrían ser una opción terapéutica prometedora para las infecciones multirresistentes.
Sin embargo, los autores resaltan que hay que seguir investigando para mejorar nuestra comprensión de las respuestas inmunitarias humanas y la seguridad de la terapia con fagos (sobre todo teniendo en cuenta la carga clínica de las infecciones en individuos inmunodeprimidos), así como la resistencia a los fármacos en las micobacterias.
Referencia bibliográfica:
Jessica Little et al. “Bacteriophage treatment of disseminated cutaneous Mycobacterium chelonae infection“. Nature Coomunications (2022)