Ciñe Peral la aureola
de escogido de la fama
que por genio te proclama
de la nación española.
No quiso de tierra extraña
recibir fausto y riqueza
pues le impulsó la nobleza
para ser fiel a su España.
No la envidia en su camino
fue a estorbarlo bastante
pues de allá salió triunfante
el autor del submarino.
Su talento colosal
llena a España de ventura
al descubrir la escultura
óigase un himno triunfal.
Y con el ardor que entraña
el entusiasmo sincero
que repita el mundo entero
¡Viva Peral, Viva España!