UN VIAJE AL CORAZÓN DE LA CIENCIA<br>
Sobre la historia y el sentido de la ciencia
Reseña realizada por Fernando García Pastor<br>
Dpto. Didáctica de las Ciencias Experimentales<br>Universidad Complutense de Madrid
Georges Charpak ha conocido el éxito profesional en su vida, físico del CERN y miembro de la Academia Francesa de Ciencia, recibe en 1992 el Premio Nobel de Física por sus trabajos con detectores de partículas subatómicas, pero también conoce el sufrimiento de una guerra; sirvió en la resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial y estuvo encarcelado en el campo de concentración nazi de Dachau hasta 1945. Sin duda, ambas circunstancias han determinado su vida y su pensamiento y han permitido que sea al mismo tiempo científico y hombre de su tiempo preocupado por los problemas sociales y la educación. En el libro que escribe junto a Roland Omnès, físico teórico especializado en la investigación de física de partículas y astrofísica y profesor en la Facultad de Ciencias de París-XI-Orsay, la reiteración e interrelación de ideas y reflexiones acerca de la ciencia, la filosofía, la religión y la educación es una constante. El interés de los autores por estos temas se aprecia en publicaciones anteriores, como son: "Conviértase en brujo, conviértase en sabio", escrita por Charpak en colaboración con Henri Broch y "Filosofía de la ciencia contemporánea" de Omnès.
Al comienzo de la obra los autores nos guían en busca de respuestas, ¿cuál ha sido, es y será el papel de la ciencia en la evolución de la Humanidad?, ¿cuál es su significado?. Con la ayuda de los demiurgos, divinidades que proponen proyectos inéditos, mundos sorprendentes, teoremas, etc., nos explican la historia del mundo a la vez que tratan de comunicar al lector el sentido de la ciencia conduciéndolo al corazón de la misma. Por otra parte, consideran que la historia está marcada por las transformaciones irreversibles, "mutaciones", que determinan el destino de la sociedad hacia otros horizontes o a su declinar. La primera gran mutación de la sociedad humana tiene lugar hace diez mil años antes de nuestra era, al inicio del neolítico y se desarrolló durante milenios. Con ella nace el nuevo hombre: "El Hombre II". Surgen la agricultura y la ganadería al tiempo que por la progresiva reducción del espacio humano, se va imponiendo la guerra. La segunda mutación, hacia el 1600 de nuestra era, cuyo tiempo de acción se cuenta por siglos, se debe al desarrollo de la ciencia experimental; nace entonces el hombre sabio, "El Hombre III". Refiriéndose al descubrimiento de las leyes del universo nos hablan del "poder aportado por este conocimiento" y de "acontecimiento de dimensiones cósmicas, que no tienen comparación con ningún otro acontecimiento de la historia". Mientras que los historiadores atribuyen el origen de esa mutación a una serie de causas accidentales, Charpak y Omnès profundizan en este hecho y van más allá, sosteniendo la tesis de que las grandes y profundas ideas, han sido fruto en bastantes ocasiones, del uso por parte de matemáticos y científicos de la imaginación, de lo que ellos llaman "experimentos de pensamiento", ejercicio que "libera el espíritu de hábitos arraigados y de ideas establecidas".
En la parte central del libro reflexionan sobre la ciencia y su constante mutación. A través de la filosofía, a la que interrogan, tratan de arrojar algo de luz sobre la cuestión. Para ello resaltan diversas figuras del ámbito filosófico y algunas del científico, llevando a cabo un recorrido desde los tiempos de Galileo (al que presentan como iniciador de la modernidad) hasta nuestros días y haciendo hincapié en aquellas cuestiones planteadas por dichos personajes en relación con el conocimiento científico-teórico, la realidad, la razón, la metafísica, la preocupación por el ser humano y en definitiva por el sentido del universo que nos rodea y del que formamos parte. En este punto, los autores ven frustradas sus ansias de repuestas, llegando a afirmar: "No hemos encontrado en ella (refiriéndose a la filosofía) nada que respondiera realmente a nuestros deseos". De momento lo único que parece evidente es la constante mutación de la ciencia.
Ante la pregunta: ¿Cuál es el sentido del universo?, Charpak y Omnès al menos creen dilucidar que la conciencia constituye el verdadero sentido del ser humano en el universo: la conciencia humana como instrumento para que "[..] el universo pudiera conocer, y pudiera conocerse a sí mismo como totalidad [..]", siendo el sentido de lo sagrado el auténtico sentimiento generador de dicha conciencia. Incluso llegan a afirmar que quienes descubren las leyes de la naturaleza "encuentran ahí, casi exactamente, el sentimiento de lo sagrado que experimentan los creyentes"
Llegado al punto de hablar de religión y de sus relaciones con la ciencia, reflexionan sobre la naturaleza de aquélla, la historia de las religiones y consideran toda una serie de pros y contras (más contras que pros) y afirman que mientras las leyes de la naturaleza son universales, las religiones se van destrozando y dilapidando unas a otras. Sobre la posibilidad de evolución de la religión, la respuesta es afirmativa, aunque para los autores la verdadera cuestión es si dicha evolución concuerda con el conocimiento científico. La pregunta queda en el aire, no obstante vislumbran una nueva relación entre ciencia y religión, ambas "como mensajeras de lo extrahumano".
Como colofón, afrontan el tema de la educación con la esperanza de que "El hombre III" aborde los problemas sociales, las guerras, el terrorismo y el desorden del mundo actual "con la misma lucidez que requiere un gran problema de la naturaleza". En esta parte del libro confluyen los deseos y esperanzas de los autores sobre el porvenir, donde la ciencia "encuentre el lugar que le corresponde realmente" quedando los jóvenes en el punto de mira de esos deseos y esperanzas: "Nada hay más necesario que dar a los jóvenes esa educación que necesitan y que se merecen, de la que resultan generaciones de hombres y mujeres libres, capaces de entender por sí mismos el universo que los rodea y su significado. Urge hacerlo antes de que a los gurús, los traficantes de venganza, los adoradores de leyendas o los iluminados les de tiempo de apoderarse de ellos. Para que, por el contrario, reciban de los sabios el verdadero saber y de los poetas la lucidez y la iluminación de sus actos.". Los autores son tajantes: "ningún tema social es más esencial que el de la educación", este convencimiento ha llevado a Charpak a dedicar sus esfuerzos a la metodología didáctica que considera como aprendizaje idóneo la investigación del alumno, con el proyecto "Manos a la ciencia" y a Omnès a presidir la comisión de reforma de la enseñanza de la física en Francia.
En definitiva, un libro de actualidad, interesante, original y ameno, para científicos, filósofos de la ciencia, profesores y cualquier lector interesado en la materia. Escrito buscando la claridad y a veces en forma de fábula, es sin embargo, fruto de profundas reflexiones alejadas de la simplicidad y expresadas en ocasiones con sentido del humor, que invitan a una lectura reflexiva y pausada que no dejará indiferente al lector.