1.- Antes de nada nos gustaría que nos hiciera un breve resumen de su trayectoria.
Me licencié en Ingeniería Química (Master of Science) en el año 2003 por la Universidad de Louisiana, EE.UU. y después, en 2004, me trasladé a Sidney, Australia donde el Gobierno australiano y la Universidad de Sidney me concedieron unas becas de investigación para que llevase a cabo estudios superiores en el Centre for Advanced Materials Technology (CAMT). Terminé mi doctorado a principios de 2007 bajo la supervisión del catedrático Yiu-Wing Mai. Tras finalizar mi doctorado, seguí trabajando en el CAMT en calidad de investigador postdoctoral durante dos años más antes de ocupar mi puesto actual. También trabajé como profesor asociado en la Universidad de Sidney durante el año académico 2007-2008, investigador visitante de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong (HKUST) durante el año 2006, organizador clave del taller ARNAM en 2006 (Red de Investigación Australiana de Materiales Avanzados), y también he actuado como árbitro para numerosas publicaciones internacionales en el campo general de la ciencia de los materiales compuestos y la nanotecnología.
2.- Usted dejó la Universidad de Sidney para unirse como Investigador al instituto IMDEA Materiales, ¿Qué le impulsó a tomar esa decisión?
La idea que existe detrás de IMDEA es realmente buena. Se trata de una oportunidad para mí de interactuar y colaborar con investigadores de reconocimiento internacional que trabajan en diferentes ámbitos de la Ciencia e Ingeniería de Materiales. Todo ello, bajo el mismo techo. Este hecho facilita además el enriquecimiento e intercambio de ideas y la investigación multidisciplinar, lo cual resulta fundamental para la realización de un trabajo novedoso e innovador. Además, todo esto es posible incluso estando afincado en Sidney. Por lo general, nosotros (los investigadores) siempre soñamos con la idea de que nuestro trabajo se entienda desde la perspectiva adecuada y se materialice en aplicaciones del mundo real. Y es en este punto en el que suelen fallar la mayoría de las universidades; he publicado buenos e interesantes trabajos en publicaciones de renombre, pero no he podido llevar dichos trabajos más allá. IMDEA destaca en este aspecto y está un paso más cerca de la realidad. Creo que no está demasiado lejos de mostrar el verdadero significado de nuestro trabajo.
3.- ¿Podría explicarnos cuál es el área de investigación en la que trabaja su grupo?
En el mundo científico e industrial en el que vivimos, queremos explotar y averiguar más acerca de cada material. Por ejemplo, si tomamos en consideración el sector automovilístico o ferroviario (en relación tanto a los interiores como a los exteriores), por una parte queremos utilizar materiales muy ligeros para ajustarnos a los precios crecientes del petróleo/gas; y por otra, necesitamos un sistema de materiales robusto y visualmente estético. Al mismo tiempo, presuponemos que estos materiales protegen a los pasajeros de las radiaciones ultravioletas del sol, que muestran una excelente combustión retardada (con autoextinción, e incluso en caso de que ocurra un incendio grave, la estructura debería permanecer intacta y permitir el tiempo suficiente para la aplicación de medidas de seguridad), una buena resistencia frente a los arañazos, y otras propiedades funcionales como por ejemplo la auto-limpieza. Y por supuesto, tienen que ser respetuosos con el medio ambiente (materiales verdes). De hecho, éste es el principal motor y la mayor motivación de nuestra investigación sobre nanocomposites poliméricos.
Estamos tratando de obtener propiedades combinatorias para estos materiales mediante la puesta a punto de las funcionalidades dependiendo de su aplicación final. Nuestra principal investigación se centra en aspectos tales como la estabilidad térmica/combustión retardada, la biodegradabilidad, la respuesta tribológica, las propiedades de barrera y otras propiedades funcionales como por ejemplo las conductividades eléctricas/térmicas, la auto-limpieza y el filtrado de rayos UV.
4.- ¿Cuáles podrían ser las aplicaciones tecnológicas de los resultados de sus investigaciones? ¿y qué mejorarían las actuales?
Estamos racionalizando nuestra experiencia investigadora y nuestra competencia en relación a diferentes aspectos de los nanocomposites poliméricos para alcanzar el objetivo final de la multifuncionalidad. Estos materiales respetuosos con el medio ambiente aportarán considerables beneficios sectores tales como: embotellado y empaquetado de alimentos, estructuras, transporte, aeroespacial (disipación electrostática, filtros de interferencia electromagnética), recubrimientos ignífugos, textiles y otras muchas industrias que comercializan productos que se consumen a diario. Por supuesto, el entendimiento en profundidad de las diferentes facetas de la multifuncionalidad de estos incrementará los nuevos conocimientos en el campo de la ciencia y tecnología de los materiales avanzados.
Pero resulta importante puntualizar que las empresas deben darse a conocer e interactuar con los centros de investigación abordando temas tales como sus requisitos y problemas con los actuales productos. Esto conllevará, en última instancia, progreso para las empresas y beneficios socioeconómicos para todo el mundo.
5.- Es de suponer que algunas de las tecnologías de las que nos habla pueden tardar bastante tiempo en convertirse en productos comerciales. ¿Podría decirnos de qué periodo de tiempo hablamos? ¿Y a qué retos científicos y tecnológicos se enfrenta el desarrollo de los nanocomposites de matriz polimérica?
Yo diría que unos cuantos (entre 2 y 4) años, lo que es seguro es que no estamos hablando de décadas. Ya hemos puesto en marcha la base fundamental y el trabajo de investigación está en curso. De hecho, ya hemos obtenido algunos resultados significativos en términos de potencial. Aunque por supuesto, todo ello depende por completo de las necesidades del usuario final. El principal desafío consiste en la puesta a punto de los nanocomposites poliméricos, dependiendo de la aplicación. Sabemos que tienen el potencial para mostrar (de forma independiente) mejoras significativas en diversas propiedades físicas, funcionales y mecánicas. A pesar de esto, existen varias cuestiones fundamentales que deben resolverse para adaptar y alcanzar estas propiedades multifuncionales y estamos tratando de avanzar paso a paso.
6.- ¿Cómo ve España y concretamente la región de Madrid en el área de los nanocomposites poliméricos?
Todavía es un poco pronto para contestar objetivamente a esta pregunta; pero lo que he visto y experimentado durante mi corta estancia aquí es que existen algunos grupos de investigación que están llevando a cabo un trabajo esencial de manera excelente en el ámbito de los nanocomposites poliméricos multifuncionales. Pero si adoptamos una perspectiva más amplia, sin duda he observado una laguna en el conocimiento, sobre todo en el caso de que queramos ampliar nuestra escala y responder a las necesidades de los sectores público e industrial. Se trata, por lo tanto, de un aspecto de la investigación en el que queremos centrar más esfuerzos y en este sentido, nuestro departamento de transferencia de tecnología tendrá que asumir un papel clave en todo este proceso.
7.- Aunque lleva poco tiempo en Madrid, ¿qué ofrece esta ciudad para los jóvenes y prometedores científicos como usted? ¿Y en qué se puede mejorar?
Si nos fijamos en los aspectos positivos, creo que existen excelentes oportunidades para la investigación conjunta y aplicada, sobre todo para investigadores jóvenes, que están estableciendo las bases de su trayectoria de investigación. Para ser sincero, me sentí gratamente sorprendido cuando me explicaron las extensas fuentes y perspectivas de financiación que existen aquí y que cubren, a lo largo y ancho, cualquier investigación (fundamental, aplicada, innovadora, con o sin colaboraciones, en asociación con la industria, la lista es infinita). Si nos centramos en la otra cara de la moneda, creo que, como mínimo, tanto la educación superior como el trabajo de investigación asociado en España deberían realizarse en inglés. Estoy seguro de que a largo plazo sería beneficioso para todo el mundo. España debería aceptar el bilingüismo, de esta manera podremos atraer a investigadores y académicos de mayor talento. Incluso los investigadores y doctores jóvenes de España tendrían mejores oportunidades en un contexto internacional cada vez más exigente. Solo entonces podremos situar a España en un mejor lugar en el mapa de la investigación internacional.
El Dr. Dasari desarrolla sus actividades de investigación en la División de Materiales Compuestos y es el responsable del Grupo de Nanocomposites Estructurales.
Fuente
IMDEA Materiales
(Instituto Madrileño de Estudios Avanzados en Materiales)