Ayer falleció Joan Margarit, nuestro más grande poeta contemporáneo. Y hoy toca recordar su ejemplar trayectoria vital y su inmensa obra poética basada en la concisión, la exactitud y la inteligibilidad. Creía en el poder consolador de la poesía (sic) “La poesía sirve para introducir en la soledad de las personas algún cambio que proporcione un mayor orden interior frente al desorden de la vida. A este desorden a veces se intenta hacerle frente con los entretenimientos, pero la diferencia es que de un entretenimiento se sale igual que se ha entrado... En cambio, al acabar de leer un poema ya no somos los mismos porque ha aumentado nuestro orden interior.” Se ha ido al otro lado y será, para los que le amamos, una lejana presencia que cuidará de nosotros en algún sentido y hablaremos con él allí donde se forman las borrascas; como nos dejó dicho en su poema Los viejos telediarios. Recordamos en este día en poesía y ciencia su breve y bello poema – lección de arquitectura y vida – Una estructura, que incluimos en nuestra entrada del blog cuando le concedieron el Premio Cervantes de 2019.
Más información en el blog La Alegría de las musas 2.
Una estructura
Cuando era un hombre joven
levanté la estructura de hierro de una cúpula.
Hace unos meses que la derribaron.
Vista desde el lugar en que va acabándose,
la vida se ve absurda.
Pero el sentido se lo da el perdón.
Cada vez pienso más en el perdón.
Vivo bajo su sombra.
Perdón por una cúpula de hierro.
Perdón para aquellos que ahora la han demolido.
Joan Margarit i Cosarnau. (Sanahuja, Lérida 1938 – Sant Just Desvern. Barcelona 2021).