Hoy nos acercamos a la figura de quien fue, según Eugenio d´Ors, el mejor poeta de su tiempo, además de brillante ensayista, articulista y diplomático
De 1920 a 1930 se produjo una inusitada explosión de nuevos productos, surgidos del desarrollo tecnológico e industrial de la época, que aparecieron en tropel en las sociedades desarrolladas occidentales. El rey, sin duda, entre todos ellos, fue el automóvil. Muy pronto la literatura incluyó en su seno al automóvil en prosas o ensayos, (de los que constituyen magníficos ejemplos los escritos de Gabriel Miró, Miguel de Unamuno o Gerardo Diego); y, desde luego, en poemas de los que, también se produjo una formidable eclosión. En España poetas como, entre otros, Pedro Salinas (Navacerrada, abril); Xavier Bóveda (Un automóvil pasa); Rogelio Buendía (Ford); o Ramón de Basterra que en sus Nuevas Fábulas incluyó el poema El buen camión que presentamos hoy en poesía y ciencia.
EL BUEN CAMIÓN
El cielo único de la civilización en alto.
el suelo único del asfalto en bajo.
Entre ellos un camión devoraba espacio.
Disparaba sus tubos, batería sin balas.
Trasponiendo un ribazo encontró un pueblo en fiesta.
Sobre el cielo del pueblo motoreaban cohetes.
El camión se detuvo. Sus hombres vacilaban.
Tentación. ¿Mezclarían sus pies al regocijo?
Elevó el radiador su voz de vapor de agua:
- “Vámonos. Yo resueno mejor que un pueblo en feria.
Vuestra verbena de cohetes,
os la sueno yo en marcha".
Rechaza la alegría que brindan las orillas.
Del medio de la ruta de la obra sale el gozo.
Ramón de Basterra, (Bilbao, 1888 –Madrid, 1928).