Javier de la Mata<br/>Profesor del Departamento de Química Inorgánica de la Universidad de Alcalá. <br>Accésit Premio madri+d 2008 a la Mejor Patente
1.- ¿Cuál es la naturaleza y los aspectos distintivos de la invención que ha patentado?
La patente recoge la síntesis de un grupo de macromoléculas de tamaño nanoscópico denominados dendrímeros. Los dendrímeros (del griego dendron: árbol y meros: parte) son macromoléculas esféricas altamente ramificadas, que se obtienen por una secuencia iterativa de etapas de reacción y que poseen estructuras moleculares definidas con precisión. En concreto en la patente se recoge la síntesis y aplicaciones de dendrímeros de estructura carbosilano, que son aquellos cuyo esqueleto está basado en uniones Si-C que dota a estas moléculas de unas características peculiares frente a otros tipos de dendrímeros descritos en la bibliografía. En concreto, el esqueleto carbosilano dota a estos compuestos de una gran estabilidad e inercia química debido a la fuerza y poca polaridad del enlace Si-C. Por otra parte, estos esqueletos son altamente hidrofóbicos, lo que representa una dificultad a la hora de solubilizarlos en agua para su aplicación en biomedicina, pero por otro lado esta hidrofobicidad de los dendrímeros carbosilano puede ser una ventaja a la hora de atravesar membranas celulares.
2.- ¿Qué soluciones aporta y en que campos o sectores se puede aplicar?
En la patente se describen distintos usos de estos nanosistemas en diferentes campos de la biomedicina, pero destaca su posible utilización en procesos de terapia génica (introducción de material genético en una célula con finalidad terapéutica). Estos compuestos pueden ser útiles como vehículos de transporte no virales para ácidos nucleicos y otras moléculas con actividad farmacológica con carga negativa, al permitir aumentar la vida media de dichos fármacos y su biodisponibilidad y disminuir la dosis necesaria para conseguir el efecto biológico deseado.
3.- ¿Ha recurrido a servicios profesionales para llevar a cabo la protección de su invención?
Sí, la redacción definitiva de la patente, tanto española, como la extensión PCT se hizo a través de agencias especializadas en propiedad industrial. La OTRI de la Universidad de Alcalá fue informada en todo momento de los trámites que se iban realizando, pero no participó en la redacción y presentación de la patente.
4.- ¿Qué valor adicional considera que ha obtenido con la patente?
En primer lugar la patente nos ha permitido disponer de una protección intelectual del trabajo de investigación realizado. La protección del trabajo descrito en la patente permitió la creación de una empresa de base tecnológica que consiguió de la Universidad de Alcalá la licencia para su explotación comercial. Además, la empresa creada incorporó a dos de los investigadores que participaron en el desarrollo de la invención como personal laboral propio.
Es decir, la presentación de la patente nos ha dado la oportunidad de transferir nuestros resultados de investigación al sector empresarial y ha dado nuevas oportunidades laborales a miembros de nuestros equipos de investigación.
5.- Desde su perspectiva como investigador de un centro público de investigación, ¿qué medidas (normativa, apoyo y asistencia, ayuda económica) considera necesarias para fomentar la protección de los resultados de la investigación y su comercialización?
En primer lugar considero que son necesarias campañas de información que indiquen a los investigadores las ventajas de llevar a cabo medidas de protección de sus resultados de investigación y como realizar este proceso de protección, es decir cual es el procedimiento para la presentación de una patente. Me consta, que al menos en mi Universidad esto se está tratando de hacer, pero normalmente el número de científicos que acuden a estas sesiones es pequeño, con lo que habría que intentar acciones que lleguen a un mayor número de investigadores.
Uno de los problemas con los que se encuentran los investigadores es la necesidad de publicar sus trabajos de investigación, para posteriormente poder acceder a financiación a través de convocatorias de proyectos de investigación, ya que normalmente en estas convocatorias, el número de publicaciones es uno de los factores más importantes a la hora de evaluar el proyecto de investigación. Esta urgencia en la publicación hace que muchos investigadores sean reticentes a patentar su trabajo, ya que eso conlleva un retraso en la publicación de sus trabajos y puede afectar a su currículum y a sus posibilidades de conseguir financiación. El retraso o dificultad en la publicación de artículos también es un handicap, en el caso del profesorado universitario, por ejemplo a la hora de conseguir una evaluación favorable para su promoción universitaria o para conseguir sexenios de investigación.
En mi opinión sería necesario articular procedimientos que reconozcan el mérito de presentación de patentes y del posterior proceso de transferencia de la tecnología, para que este proceso no suponga una merma (sino todo lo contrario) en el currículum de un investigador y no le repercuta negativamente en otros aspectos. Algo se está haciendo en este sentido desde los distintos organismos públicos, pero creo que todavía es insuficiente.
Las universidades a través de las OTRIs deberían tener sus propias agencias de propiedad intelectual e industrial que ayudasen a los investigadores en la redacción y presentación de la patente, ya que contar con los servicios de un despacho de agentes de la propiedad industrial es caro y habitualmente no puede ser asumido por los investigadores. También deberían tener recursos para financiar los gastos derivados de la presentación de estas patentes y de su extensión internacional, ya que estos gastos tampoco pueden ser asumidos habitualmente por los proyectos de investigación que poseen los investigadores.
6.- ¿Desde donde considera que deben existir: en la institución donde se trabaja, en la Administración Pública correspondiente.?
En mi opinión, las medidas de apoyo y asistencia en la presentación de patentes, así como las ayudas económicas para esta presentación y su posterior transferencia deberían partir de las instituciones donde trabajan los investigadores, ya que son más cercanas a los mismos y facilitaría los mecanismos de comunicación entre ambos.
Las medidas normativas que valoren la presentación de patentes y los procesos de transferencia tecnológica deberían partir de la Administración Pública correspondiente, que las debería incorporar en sus respectivas convocatorias de ayuda y fomento de la investigación.