Su mayor capacidad de regeneración, menor tasa de mortalidad y mejor respuesta a eventos extremos de sequía hace que la arizónica pueda desplazar a las especies de pino nativas
En un contexto de cambio climático como el actual, la especie exótica ciprés de Arizona, más conocida como arizónica, podría aumentar su potencial invasor, expandiéndose e incluso desplazando a especies forestales nativas como el pino silvestre, según una investigación liderada por la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
Este trabajo, publicado en NeoBiota, es la primera aproximación que se ha realizado en nuestro país para evaluar la capacidad invasora de la arizónica, una de las principales responsables de alergia en invierno en la zona centro de España.
En el estudio, llevado a cabo en La Pedriza (Comunidad de Madrid) en el que también participa la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), se demuestra que la arizónica tiene una mayor capacidad de regeneración, muestra tasas de mortalidad menores y una mejor respuesta a eventos extremos de sequía que las especies de pino nativas
“El cambio climático provoca un aumento de la frecuencia y magnitud de eventos climáticos extremos como las sequías. En este contexto, las especies exóticas pueden encontrar una ventana de oportunidad para su expansión, especialmente si muestran una mayor tolerancia que las nativas a las nuevas condiciones climáticas”, resalta Enrique Andivia, investigador del Departamento de Biodiversidad, Ecología y Evolución de la UCM.
La arizónica es una conífera nativa de América del Norte que, debido a su facilidad para adaptarse a gran variabilidad de condiciones ambientales y tipo de suelo, se ha utilizado en países como España en proyectos de reforestación en zonas degradadas.
“A pesar de que es una especie que se considera invasora en algunas zonas, como Hawaii, en nuestro país no está catalogada como tal. Sin embargo, el contexto de cambio climático en el que nos encontramos puede cambiar el potencial invasor de esta especie”, añade Esther Pérez Corona, investigadora del Departamento de Biodiversidad, Ecología y Evolución de la UCM.
Una de esas zonas de reforestación entre 1960 y 1970 es la localización de este estudio, La Pedriza, en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Aquí se introdujo la arizónica junto a otras especies nativas como el pino silvestre, el pino laricio o el pino resinero.
Para evaluar el potencial invasor de la arizónica, los investigadores compararon su capacidad de regeneración y su crecimiento con el de las especies nativas de pino. Además, mediante técnicas de dendrocronología –ciencia que estudia los anillos de los troncos de los árboles–, evaluaron el efecto del clima y de los eventos extremos de sequía sobre el crecimiento de estas especies y proyectaron su respuesta bajo distintos escenarios de cambio climático.
El estudio pone de manifiesto dos aspectos muy importantes para la gestión de los ecosistemas forestales. “El primero es el riesgo de utilizar especies no nativas en proyectos de reforestación y que en un contexto de cambio climático pueden terminar convirtiéndose en especies invasoras y desplazar a especies nativas. El segundo y más específico al contexto de este trabajo es la necesidad de implementar medidas para controlar la expansión de esta especie en nuestros ecosistemas forestales”, concluye el equipo investigador de la UCM
Referencia bibliográfica: Medina-Villar, S., Pérez-Corona, M. E., Herrero, A., Cruz-Alonso, V., Carro-Martinez, N., & Andivia, E. (2024). “The alien conifer Cupressus arizonica can outcompete native pines in Mediterranean mixed forests under climate change”. NeoBiota, 92, 211-231. DOI: 10.3897/neobiota.92.116634.