Diseñan un envase que reduce la rancidez de pastas y mantecados
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Diseñan un envase que reduce la rancidez de pastas y mantecados

Un proyecto español distinguido por la Unión Europea (UE) ha conseguido, por primera vez, tratar y valorar los residuos de panadería para producir un tipo de plástico que reduce la dependencia de las materias primas de origen fósil y es 100% biodegradable.

Los residuos de panadería pueden tratarse y valorizarse para producir un tipo de plástico que permite envasar los productos de la industria en bolsas y bandejas sostenibles, pues reduce la dependencia de las materias primas de origen fósil y es 100% biodegradable. Bread4PLA ha demostrado que lo anterior es posible. La iniciativa, coordinada por Aimplas, Instituto Tecnológico del Plástico localizado en Valencia, ha sido reconocida recientemente por la Comisión Europea (CE) como "uno de los 15 mejores proyectos Life+ de los últimos 25 años". La CE distinguió a Bread4PLA dentro de sus 'Premios Verdes'; concretamente en la categoría de Medio Ambiente. Y no fue el único ganador español: el éxito conseguido por la reintroducción del lince en Andalucía y el apoyo de las prácticas agrarias que mejor contribuyen a luchar contra el cambio climático también fueron elogiados.

El Centro Tecnológico de Cereales de Palencia (CETECE), el Instituto de Agricultura de Postdam (Alemania) y el Centro de Biocompuestos de la Universidad de Bangor (Inglaterra) han participado en Bread4PLA, que tuvo una duración de tres años (entre 2011 y 2014) y contó con un presupuesto próximo al millón de euros (la Unión Europea cofinanció el 50%). ABC Natural ha hablado con Rosa González, investigadora principal del proyecto en Aimplas, y Ana Garcinuño, responsable del departamento de I+D+i de CETECE.

1.- ¿Qué residuos han empleado para la obtención del nuevo plástico biodegradable?

Se seleccionaron residuos procedentes de diversas industrias de transformación de cereales, galleteras y panificadoras para, finalmente, quedarnos con dos grandes grupos: cortezas de pan de molde y recortes de bizcochos, que representan una cantidad importante en empresas grandes de la industria del pan y la bollería.

2.- ¿Por qué se decantaron finalmente por el pan de molde y los bizcochos?

Se eligieron en función del volumen de residuos existentes y por su composición en hidratos de carbono (almidón, azúcares), ya que a mayor % de éstos, mayores rendimientos se obtendrían. Además, ambos grupos son residuos limpios y de composición homogénea.

3.- ¿De dónde han obtenido los residuos de panadería?

Dos grandes empresas españolas, Grupo Siro y Panrico, tuvieron una rápida respuesta y desde el principio nos ofrecieron sus residuos como materia prima para el desarrollo del proyecto Bread4PLA.

4.- ¿Qué cantidad de residuo se necesita para producir otro tanto de film?

Podemos decir que, dependiendo de la escala de producción, a partir de un kilo de pan se pueden obtener entre 175 y 250 gramos de PLA. Hay que tener en cuenta que el proyecto se realizó a escala de planta piloto, por lo que en un proceso optimizado a escala industrial podrían obtenerse mayores rendimientos.

5.- Habitualmente, ¿dónde suelen ir a parar los residuos que genera la actividad del sector del pan y la bollería?

Como en la mayoría de los residuos alimentarios, principalmente el aprovechamiento que se realizaba hasta el momento era, en el mejor de los casos, alimentación animal; y en el resto de casos su destino era el vertedero.

6.- ¿España genera una gran cantidad de residuos de pan y bollería?

En cuanto a la generación de este tipo de residuos, países como Alemania y Reino Unido son los que generan un mayor porcentaje a nivel europeo, representando hasta un 60%, mientras que el conjunto de Francia, Holanda y España representan hasta un 20% del total.

7.- ¿Cuál es el proceso por el cuál un residuo sólido se transforma en este nuevo plástico?

Son varios los procesos biotecnológicos que permiten esta milagrosa transformación. En primer lugar, es necesaria una reacción enzimática: el almidón que contienen los residuos de panadería y bollería se transforman en azúcares simples (principalmente en glucosa). Y a partir de estas glucosas, se comenzaría con el siguiente proceso: la fermentación láctica. Tal fermentación se lleva a cabo en condiciones muy parametrizadas y con la ayuda de bacterias ácido lácticas que transforman los azúcares en ácido láctico. Este ácido láctico será nuevamente transformado mediante reacciones de polimerización en ácido poliláctico (PLA), el cual se convierte, al final, en plástico (bolsas y bandejas).

8.- ¿Son tareas difíciles, largas o costosas o todo lo contrario?

Más que difícil, se trata de un proceso que debe ser muy controlado: se necesita definir de forma muy exhaustiva los parámetros que intervienen en las distintas operaciones; desde las características de los residuos hasta las condiciones de producción de los plásticos.

La composición y calidad del residuo de partida es clave en el conjunto del proceso; además es necesario optimizar cada una de las etapas mencionadas para obtener el mayor rendimiento posible. Las tecnologías empleadas son tecnologías existentes, por lo que la clave está en el know-how de cada una de las etapas implicadas.

9.- El nuevo plástico, ¿qué aplicaciones tendría más allá de la propia industria del pan y la bollería?

El PLA obtenido muestra propiedades muy similares al PLA comercial, procedente de fuentes naturales como el maíz, por lo que podría emplearse en las mismas aplicaciones que el PLA comercial actual; siendo estas muy variadas, sobre todo en el sector alimentario, donde puede sustituir al PET o incluso al PP en la confección de algunos envases, como bandejas semirrígidas para frutas, verduras, etc., o en otras aplicaciones, como vasos de un solo uso para bebidas frías, botellas de agua, productos de catering y algunas aplicaciones en agricultura y papelería.

10.- ¿Qué ventajas aporta este nuevo film a los alimentos que envuelve o alberga con respecto a otros plásticos?

Los nuevos envases presentan unas propiedades barrera al oxígeno y al vapor de agua características que los hacen especialmente útiles para el envasado de pastas y mantecados, consiguiendo una vida útil de doce meses, igual a la de los envases tradicionales de estos productos, como son los envases de polipropileno (PP). Además, otra ventaja que presentan es que reducen la rancidez de los productos envasados respecto a los envases tradicionales. Además, desde el punto de vista medioambiental, los nuevos envases son biodegradables y compostables.

11.- ¿Cuánto tardaría en degradarse en el medio natural?

El PLA es un material biodegradable y compostable en condiciones controladas de acuerdo con la norma EN 13432. No es correcto decir que por ser biodegradable se degrada rápidamente en el medio natural (suelo, agua, etc), al igual que ocurre con cualquier material biodegradable.

12.- ¿Bread4PLA es un proyecto pionero en Europa?

Sí. Se ha obtenido PLA a partir de residuos procedentes de las industrias de transformación de los cereales; hasta el momento se había realizado a partir de residuos de otras procedencias (agrícolas, fundamentalmente). La otra novedad radica en que el plástico que se obtiene sirve, a su vez, para envasar los propios productos de los que procede, cerrando de esta manera el círculo.

13.- ¿En qué fase se encuentra el proyecto: cuáles son los próximos pasos?

Lamentablemente, como suele ser habitual, se ha conseguido con el proyecto el desarrollo a nivel planta piloto y semi-industrial, pero haría falta realizar el escalado industrial, para lo que sería necesario instalación de una planta de obtención de PLA que aún no existe aún en nuestro país.

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