Fecha
Autor
José Mª Nyssen González (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación. ANECA)

Diálogos en presente: la incorporación al mercado de trabajo de los titulados universitarios

<em>Higher education should play a strong role in fostering social cohesion, reducing inequalities and raising the level of knowledge, skills and competences in society (...).</em><br /><br /><span style="FONT-WEIGHT: normal"><small>Bologna 5th Ministerial Conference. London, 17-18 May 2007.</small></span>

En los últimos años los países europeos han experimentado la necesidad de introducir cambios en sus sistemas educativos, ya que el mercado laboral no sólo exige de los graduados conocimientos y destrezas a nivel profesional, sino también la capacidad de adaptarse a nuevos ámbitos de desarrollo profesional no necesariamente relacionados con su campo específico de estudio.

Haciéndose eco de esta realidad, y siguiendo los pasos de sistemas educativos más reconocidos internacionalmente, diferentes administraciones educativas y universidades españolas, en los últimos años, han ido incorporando progresivamente entre sus actuaciones la participación en estudios encaminados a conocer mejor la situación de los titulados universitarios en relación a su incorporación en el mercado de trabajo. Así, conclusiones desprendidas de proyectos como, por ejemplo, CHEERS o Tuning, han orientado algunas de las acciones que persiguen alcanzar un mejor ajuste entre Universidad y actividad laboral.


Maite Gallego. Fotografía mi+d 2007

¿qué competencias requieren los graduados en educación superior para integrarse en la sociedad del conocimiento?

El proyecto de investigación 'REFLEX'[1] es una iniciativa enmarcada en el 6º Programa Marco de la Unión Europea, la cual, partiendo del conocimiento acumulado en torno al tema en cuestión, intenta dar respuesta a tres preguntas generales e interrelacionadas: (1) ¿qué competencias requieren los graduados en educación superior para integrarse en la sociedad del conocimiento? (2) ¿qué papel desempeñan las universidades en el desarrollo de dichas competencias? (3) ¿cuál es el grado de consecución de las expectativas de los graduados con sus trabajos y de qué forma pueden resolverse los desajustes entre sus expectativas y las características de su trabajo?.

Consciente del trascendental momento para la consolidación de un marco europeo de cualificaciones conducente al reconocimiento mutuo de los sistemas universitarios miembros del Espacio Europeo de Educación Superior, el informe[2] presentado en las Jornadas de 28 y 29 de junio de 2007 celebradas en Madrid con motivo de la publicación de los primeros resultados desprendidos del proyecto REFLEX pone el acento en mostrar una caracterización competencial de los estudios seguidos por los titulados universitarios en relación a las demandas de la Sociedad del Conocimiento y pretende convertirse un punto de apoyo para las universidades en su labor de diseño de nuevos planes de estudio basados en el aprendizaje.

Entre las conclusiones del citado informe, podemos destacar las siguientes:

  • A pesar de los importantes cambios experimentados por el sistema universitario español en las últimas décadas en lo que se refiere a la potenciación del acceso al mismo de sectores cada vez más amplios de población, parece recurrente la desigual distribución de los estudiantes entre ramas de titulaciones, con importantes diferencias en oportunidades laborales aparejadas a las mismas, en función de factores de partida como, por ejemplo, el nivel educativo de sus padres.

  • Por otro lado, las variables socioestructurales que atañen a las oportunidades de los titulados no sólo han de contemplarse en términos de diferencias dentro del propio país, sino en un contexto internacional. Así, por citar algunos ejemplos, de entre los países analizados, el hecho de que España cuente, junto con Italia, con los mayores porcentajes de titulados viviendo en el hogar paterno una vez transcurridos cinco años de la finalización de los estudios universitarios, el hecho de que los titulados españoles, en términos relativos, adolezcan, junto con la República Checa, de los salarios más bajos, o, finalmente, que, a nivel europeo, los españoles sean los graduados con menor movilidad internacional por motivos de estudio de todos los países considerados, sin duda influyen en las expectativas de los graduados.

  • En relación con lo anterior, y sin entrar a valorar comparativamente la calidad de los contenidos en los estudios cursados por los titulados de los países en cuestión, lo cierto es que, en términos generales, los graduados españoles son los menos satisfechos con los estudios universitarios seguidos. Algunos de los aspectos, que bien pudieran estar relacionados con esta insatisfacción, donde más diferencias se observan entre sistemas educativos son:

    • La dedicación, en tiempo, a los estudios universitarios. Por ejemplo, junto con Francia, España es el país en el que más horas dedican semanalmente los alumnos a actividades académicas y de estudio. Frente a las treinta y siete horas del caso español, en países con estudios superiores altamente valorados a nivel internacional, como son los de Reino Unido y Países Bajos, la dedicación semanal de un estudiante universitario está en torno a las treinta horas por término medio.

    • El énfasis en 1) la relevancia del profesor como fuente principal de información en todos los tipos de titulaciones, siempre muy por encima del aprendizaje basado en problemas, y 2) en una enseñanza eminentemente teórica, con niveles bajos comparativamente hablando en lo concerniente a la enseñanza práctica, hacen que el modelo de aprendizaje de la universidad española diste sustancialmente del equilibrio presente en sistemas universitarios globalmente reconocidos de otros países.

  • La satisfacción de los titulados con el trabajo actual en contraste con su situación laboral presente, es otro de los aspectos que merece especial atención, ya que ofrece pistas importantes sobre los elementos a considerar en el ámbito de las perspectivas laborales y formativas de los futuros titulados.

      los graduados españoles presentan un nivel moderado de satisfacción con el trabajo.
    • Comparativamente con otros países europeos, los graduados españoles presentan un nivel moderado de satisfacción con el trabajo. Entre los titulados con trabajo remunerado, los pertenecientes a las ramas de Educación, Derecho y Ciencias de la Salud son los que expresan una mayor satisfacción con su trabajo actual, mientras que los titulados de Humanidades, Economía y Empresa, y Ciencias estarían en una posición menos cómoda en este sentido. Sin embargo, dichos niveles de satisfacción global, vienen motivados por diversos factores, no siempre coincidentes entre ramas o dentro de un mismo grupo de titulaciones afines.

    • Los aspectos a los que los titulados, en las diferentes ramas de conocimiento y ciclo otorgan mayor importancia en un trabajo son: la estabilidad laboral, la motivación y el desarrollo profesional o la disponibilidad de tiempo libre al margen del dedicado a la jornada laboral. Sin embargo, las cuestiones en las que los titulados ocupados observan mayores carencias en sus trabajos con relación a sus expectativas son las relacionadas con la disponibilidad de tiempo libre, las perspectivas profesionales, los ingresos elevados y la estabilidad laboral. Ahora bien, este orden en los aspectos con más carencias cambia notablemente en razón de las propias condiciones estructurales de empleo y las expectativas de los titulados de las diferentes ramas de estudio.

    • La ocupación desempeñada es un factor de gran relevancia en la definición de la satisfacción del titulado con su puesto de trabajo, ya que está estrechamente ligado con sus expectativas en cuanto al contenido de dicho puesto y las posibilidades de desarrollo de la faceta vocacional en el mismo. Así, esta satisfacción parece ser más alta cuando existe un mayor grado de utilización y requerimiento de conocimientos y habilidades en el puesto de trabajo y una adecuación de dicho puesto a un área de estudios típicamente acorde a la de la titulación -lo que habitualmente se verbaliza como 'trabajar en lo mío'-. Pero además, interesa resaltar especialmente este factor por su paradójica relación con la emergente figura del 'profesional flexible', ya que las definiciones de nuevos puestos entran en juego con otras anteriores ya socialmente consolidadas, influyendo así en la continua adaptación de las expectativas de los titulados.

  • A pesar de la distancia apreciada en ciertos temas con respecto a los países europeos objeto de análisis, la confluencia creciente entre los diferentes mercados de trabajo, muy por delante de la armonización de los propios sistemas educativos, queda evidenciada, también en el caso español, a través de un requerimiento compartido similar de competencias para el desempeño de los puestos de trabajo ocupados por los titulados universitarios.

    • Dentro del ámbito nacional, los titulados con trabajo en la actualidad coinciden al señalar las competencias que prioritariamente les son más requeridas en el puesto de trabajo (Capacidad para hacerse entender, Capacidad para usar el tiempo de forma efectiva, Capacidad para trabajar en equipo y Capacidad para rendir bajo presión), y las que les son menos requeridas (Capacidad para escribir y hablar en idiomas extranjeros, Conocimientos de otras áreas o disciplinas y Capacidad para detectar nuevas oportunidades).

    • Las carreras favorecen la adquisición de competencias como Capacidad para adquirir con rapidez nuevos conocimientos, Capacidad para trabajar en equipo, Capacidad para redactar informes o documentos, Pensamiento analítico y Dominio de su área o disciplina. Ahora bien, sólo una de las mencionadas, Capacidad de trabajar en equipo, se encuentra entre las destacadas como requisito importante en el puesto de trabajo. Cabe resaltar, en este sentido, el caso de España como el país en el que los titulados destacan con mayor rotundidad la escasa utilización, en el puesto de trabajo, de las competencias adquiridas.

    • Precisamente en aquellos puestos de trabajo ocupados por titulados con un mayor nivel de satisfacción, el informe del cual se extraen estas conclusiones ha procurado conseguir una aproximación más certera al fenómeno de la demanda de competencias en cada rama de conocimiento. De este modo, se han observado ciertas disparidades entre unas ramas y otras; aunque, es en la comparación entre las competencias requeridas por el puesto de trabajo y las obtenidas en la universidad donde las diferencias entre dichas ramas son más palpables.

      • Entre los titulados de las diferentes ramas de conocimiento existen coincidencias importantes a la hora de señalar las competencias consideradas como más necesarias para el desempeño del puesto de trabajo, y, de entre éstas, aquellas que adolecen de una menor atención por parte de las diferentes enseñanzas -ver Figura 1-.

      • En términos generales, no se aprecia en ninguna de las ramas de conocimiento una formación orientada sistemáticamente a cubrir las principales competencias demandadas, aunque es cierto que unas carreras parecen atender mejor que otras a las demandas más relevantes en competencias del mercado laboral.

  • La impresión de que, globalmente, ninguna de las ramas de conocimiento ha ofrecido una formación orientada a desarrollar, organizadamente, las competencias requeridas por los titulados en sus puestos de trabajo, se refuerza a la luz de la debilidad de las correspondencias observadas, salvo en casos puntuales, entre la contribución de la carrera al desarrollo de competencias y el énfasis en métodos de enseñanza empleados en las titulaciones (como pudiera ser, por ejemplo, enseñanza sustentada en clases magistrales,...).

        Figura 1. Nivel de competencias necesario para el desempeño del Trabajo actual y distancia, respecto a éste, de la contribución de la carrera al desarrollo de las mismas, por rama de conocimiento[3].
        Escala -6 a +6[4]. Titulados muy o bastante satisfechos con su trabajo actual.




        Por otra parte, atendiendo a la confluencia de perspectivas desde donde abordar los factores determinantes en el acceso al mercado laboral de los titulados, el ámbito discursivo de lo cotidiano[5], en el cual los actores hablan de su 'realidad', es capaz de aportar una visión complementaria sobre el análisis realizado a partir de los resultados desprendidos de la encuesta REFLEX. Así, según las percepciones esgrimidas por los propios titulados, en un contexto laboral de competencia (descrito por éstos como problemático, incierto y complejo) donde se alcanza el éxito a través de la 'distinción', los factores, en muchos casos interconectados, determinantes para la consecución de la deseada incorporación al mundo del trabajo, son expresados en un continuum con dos polos bien diferenciados en cuanto a la propia 'responsabilidad' o capacidad de actuación de los titulados sobre dichos factores.


        David BM

        Dentro del conjunto de factores percibidos como de gran relevancia en el éxito laboral, dejando a un lado aquellos vinculados a la esfera en la cual no estaría presente su propia responsabilidad (por ejemplo, son mencionados los contactos personales y familiares, las características de personalidad, el origen socioeconómico, el género,...), cabe centrarse en aquellos en los que la responsabilidad, y, por tanto, la capacidad de influencia, en mayor o menor medida, se admite. Por este orden, la experiencia laboral, las prácticas laborales o los conocimientos de inglés son destacados sobre el resto de factores, tanto por titulados como por empleadores, por su importancia en la incorporación exitosa del egresado al mercado laboral; sin embargo, a una distancia relevante en cuanto a su notoriedad, mencionan ocasionalmente otros factores que vinculan a las nuevas competencias, las cuales se caracterizan, en los discursos de titulados y empleadores, por una palpable indefinición, que condiciona radicalmente la percepción de estos actores sobre la utilidad real de las mismas en este sentido, a pesar del énfasis que, en el ámbito universitario, vienen adquiriendo.

        En general, ni titulados ni empleadores hablan de 'competencias' en sus contextos de trabajo habituales del modo que se ha visto en la exposición de resultados desprendidos de la encuesta REFLEX.


        Más bien sintetizan los aspectos que requiere el mercado en elementos fácilmente observables, y su valor y utilidad viene asociada fundamentalmente a su carácter práctico y resultados palpables (la idea sería algo así como "a hacer algo se aprende haciéndolo", sin necesidad de entrar a analizar sistemáticamente todas y cada una de las cuestiones que componen el hecho de ser capaz de hacerlo) -ver Figura2-.

        Figura 2. Percepción de factores determinantes para la inserción laboral en el discurso de los titulados universitarios[6].


        La aparente contradicción entre los ámbitos analítico, expuesto a través de los resultados de la encuesta REFLEX, y cotidiano, reflejado en el habla de titulados y empleadores, en cuanto a los factores más relevantes para el desempeño del puesto de trabajo comienza a resolverse indagando con un mayor detalle en el discurso de los actores involucrados. Es ahí donde se hace posible evidenciar dos aspectos: en primer lugar, el hecho de que factores generales mencionados, como la experiencia laboral previa, aparecen relacionados en el mismo campo semántico con elementos competenciales y actitudinales también destacados habitualmente en el análisis de encuestas (que tienen que ver con la capacidad de desenvolverse y relacionarse con soltura en el ámbito de trabajo, la autonomía, la iniciativa, la capacidad de organizarse el tiempo en el trabajo, el conocimiento práctico de herramientas y productos, la capacidad de esfuerzo, la responsabilidad y el compromiso con la labor a realizar, etc.) y, en segundo lugar, el condicionamiento instrumental subyacente a las dificultades en la captación y en la definición compartida de las competencias por parte de empleadores y titulados, entendiendo tal condicionamiento como la falta de herramientas, criterios y estándares que hagan accesible el 'uso' común de las mismas en el sentido en que, por ejemplo, se trabaja desde las universidades.

        Tras la descripción de cada uno de los factores destacados por estos actores, se hace posible establecer puentes entre los ámbitos mencionados e identificar elementos competenciales relevantes. Precisamente es con algunos de estos elementos donde, en virtud de su responsabilidad y autonomía, las universidades pueden trabajar para 1) la superación del condicionamiento instrumental[7] en la captación y definición de competencias asociadas a los factores de mayor interés, mediante procesos y herramientas que minimicen tales efectos (por ejemplo, a través de una labor de definición y selección de competencias compartida con empleadores y titulados), y 2) la incorporación de contenidos y metodologías contrastados que hagan posible a los estudiantes la adquisición de tales elementos competenciales (podríamos citar exposiciones orales, dinámicas de grupo, prácticas guiadas y un largo etcétera), para, en definitiva, procurar una futura incorporación más ajustada de estas personas a los puestos de trabajo ofertados en la Sociedad del Conocimiento.

        será necesario seguir empleando esfuerzos en informar a los diferentes actores implicados para ayudarles en la toma de decisiones

        Además, será necesario seguir empleando esfuerzos, por una parte, en informar a los diferentes actores implicados (universidades, empleadores, estudiantes,...), para ayudarles en la toma de decisiones, y, por otra, en la potenciación y en la organización de la cooperación entre dichos actores, de forma que, teniendo en consideración la conciliación de sus respectivos intereses, se marquen responsabilidades y compromisos para todos y cada unos de ellos. Así, por ejemplo, podemos mencionar la construcción de marcos y reforzamiento de acciones que posibiliten que actores clave de la sociedad y el mercado ajenos a la Universidad se involucren junto a ésta en labores concretas de interés común, como pueden ser la propia definición de objetivos generales realistas en la enseñanza universitaria y consecución de los mismos. Además, será preciso promover iniciativas y canales concretos para compartir y difundir experiencias, herramientas e información[8], que contribuyan a redefinir y a revalorizar el papel de la Universidad como motor de desarrollo económico y social.

        Como conclusión final, y sobre la base de estudios existentes (sin menoscabo de que sea necesario continuar elaborando otros nuevos), simplemente resta hacer hincapié en la necesidad de centrarse, desde ya, en el trabajo de diseño e implantación sistemática de procesos que contribuyan decisivamente a mejorar importantes debilidades en cuanto a equidad, eficiencia, competitividad,... que, una vez más, han demostrado ser más evidentes en lo que respecta a la contribución del sistema universitario a la mejora de las condiciones sociales y laborales de los ciudadanos.




        [1] 'The Flexible Professional in the Knowledge Society: New Demands on Higher Education in Europe'. La gestión y coordinación del proyecto a nivel europeo se ha llevado a cabo por el Research Centre for Education and the Labour Market de la Universidad de Maastricht. En España el proyecto se ha gestionado en colaboración entre la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) y el Centro de Estudios en Gestión de la Educación Superior de la Universidad Politécnica de Valencia (CEGES); asimismo ha contado con la participación de 48 universidades españolas y, especialmente, de las Comunidades Autónomas de Andalucía y Castilla y León.
        [2] ANECA y CEGES. Informe ejecutivo. El profesional flexible en la Sociedad del Conocimiento. (Madrid, 28 y 29 de junio de 2007). https://www.aneca.es/estudios/estu_oil.asp. El citado informe ofrece datos comparativos de hasta trece de los países europeos que han colaborado en el proyecto y es una primera aproximación descriptiva a algunos resultados de la encuesta REFLEX realizada, cinco años después de acabados sus estudios, a universitarios europeos graduados en el curso 1.999/2.000. En el marco del Proyecto REFLEX se han encuestado cerca de 40.000 graduados en toda Europa y más de 5.500 en España. La ficha técnica completa puede consultarse en el citado informe.
        [3] Han sido marcadas en color verde las letras de aquellas competencias que, de entre diecinueve estudiadas y dentro de cada rama de conocimiento, los titulados han considerado menos deficitarias en lo que respecta a la diferencia entre el nivel de competencias necesario para el desempeño del puesto de trabajo actual y la contribución de la carrera al desarrollo de tales competencias. Por el contrario, en color rojo se han señalado las más deficitarias.
        [4] Junto a cada una de las letras de las competencias seleccionadas, se ofrece, en una escala entre -6 y +6 puntos, la diferencia numérica entre el nivel de competencias necesario para el desempeño del trabajo actual y el nivel de contribución de la carrera el desarrollo de competencias.
        [5] Fuentes: Estudios cualitativos realizados por ANECA sobre reuniones de grupo con titulados universitarios y con empleadores.
        [6] Las posiciones ocupadas por los diferentes factores representados en la gráfica, en ningún caso habrán de interpretarse como posiciones cuantitativas, sino discursivas -y, por tanto, no cuantificables-. Aun siendo así, para algunos de ellos se da una confirmación cuantitativa de su relevancia a través de encuestas. Por ejemplo, los 'contactos personales y familiares' aparecen en multitud de encuestas como un factor muy destacado a la hora de definir la consecución de un empleo (ver en encuestas como REFLEX -2007-, ASUG -Estudo da inserción laboral dos titulados no Sistema Universitario de Galicia 2001-2003. 2006. Santiago de Compostela-, AQU -Educació superior i treball a Catalunya: anàlisi dels factors d'inserció laboral. 2007. Barcelona-,...); del mismo modo que se da relevancia en algunas de las mismas a factores relacionados con las 'características de personalidad' del titulado (AQU -2007-) o su 'experiencia laboral' previa (ASUG -2006-).
        [7] Asumida la conocida cita de A. Einstein, "Not everything that counts can be counted, and not everything that can be counted counts", para conseguir que a la postre factores con un papel importante en el tema que nos ocupa, pero a priori dificilmente manejables, evidentes o medibles, no queden relegados a un segundo plano, por detrás de otros menos determinantes aunque de más fácil captación, es preciso esforzarse en hacer ver la importancia de los primeros sobre los segundos y en conseguir que su uso sea más accesible a través de definiciones, indicadores, instrumentos,... que lo posibiliten.
        [8]Un ejemplo de este tipo de iniciativas lo encontramos en la web del Observatorio Universitario de Inserción Laboral (https://insercionlaboral.net/ ), promovida por varias Agencias de Calidad.

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