• Números comparados

    Cuéntame un cuento de números,
    háblame del dos y el tres
    -del ocho que es al revés
    igual que yo del derecho-.
    Cuéntame tú que te han hecho
    el nueve, el cinco y el cuatro
    para que los quieras tanto;
    anda pronto, cuéntame.
    Dime ese tres que parece
    los senos de cualquIer foca;
    dime, ¿de quién se enamora
    ese tonto que es el tres?
    Ese pato que es el dos,
    está navegando siempre;
    pero a mí me gusta el siete,
    porque es un roto en la vida,
    y como estoy descosida,
    le digo a lo triste: Vete.
    Cuéntame el cuento y muy lenta,

  • Colón

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    Y suelta ya, de libertad avara,
    mientras se fija el sol levanta el vuelo,
    y a un tiempo así la humanidad ve clara
    la verdad en la tierra y en el cielo.
    Y entretanto que el sol su curso para,
    de sus entrambos polos roto el hielo,
    la tierra, como fúlgido topacio,
    libre en torno del sol cruza el espacio.

  • Dr. Freud

    Freud soñó que era Dr. Freud   y acosaba a sus aterrorizados pacientes  con las más obscenas preguntas   sobre la vida de los sueños     Al despertar procuró algún significado  para su pesadilla   pero ya era demasiado tarde   le había salido una barba entre canosa y negra  como de sabio   le habían crecido los dientes  muy ansiosos     Y la noche siguiente  al pedirle su mujer   como todos los sábados  que se acostaran juntos   él no pudo menos que preguntarse  cuáles serían los motivos   qué terrible tensión del pasado   se liberaría en ese instante fugaz   

  • De quodam cristoforo colombo mentis

    Y lo de nuestro espíritu es errar en el centro del mar multiplicado
    a veces bajo amasadas nubes de tormenta;
    a veces bajo la luz hondísima de grandes calmas sin vellón,
    en la proa que roza las estrellas y al instante se abisma,
    mas siempre en el presagio de una travesía sin fin hacia la Real
    con las bodegas del ser hasta los topes repletas de silencio
    Sobre el espejo de la mente exfoliada.

  • Cediendo

    A 1,4 millones de atmósferas
    el xenón, un gas, se hace metálico.
    Entre el apretado bisel de un yunque de diamante
    trozos de grafito dentados forman glóbulos
    por efecto de un láser YAG. Nadie
    ha visto carbono líquido. Trata
    de imaginar ese mundo denso
    entre imperturbables diamantes
    cuando la presión aumenta,
    y el entramado de una sal
    sufre, nucleándose en los defectos
    un cambio a un orden más ajustado.
    Trata de ver un hervor de grafito. De
    imaginar una mano, en una prensa,
    en un sótano de Buenos Aires,
    una tosca prensa, fácil de girar

  • A la ciencia

    ...osada,
    sedienta de saber la inteligencia,
    abarca el universo en su gran vuelo.
    Levántase Copérnico hasta el cielo,
    que un velo impenetrable antes cubría,
    y allí contempla el eternal reposo
    del astro luminoso
    que da a torrentes su esplendor al día.
    Siente bajo su planta Galileo
    nuestro globo rodar; la Italia ciega
    le da por premio un calabozo impío,
    y el globo en tanto sin cesar navega
    por el piélago inmenso del vacío.
    Y navegan con él impetuosos,
    a modo de relámpagos huyendo,
    los astros rutilantes; mas lanzado

  • Conversación con wittgenstein

    ¿QUÉ es lo expresado?
    Esto: lo inexpresable.
    Porque lo inexpresable es lo único
    que nosotros podemos expresar.
    Lo demás, Como sabe muy bien,
    sólo es lenguaje.

  • Astronomía

    Así, pues, estas constelaciones, siempre
    en el mismo espacio, cubren el cielo,
    formando con sus fuegos un artesonado de
    variadas figuras. Por encima de ellas no
    hay nada; ellas son la cima del universo.
    La casa común de la naturaleza, que abarca el mar y las tierras
    planas, se encuentra encerrada dentro de estos límites. Todos
    los astros salen y se ponen con un movimiento sIempre concorde,
    por donde de pronto se ocultó el cielo y por donde,
    habiéndose dado la vuelta, resurge. Hay otras estrellas, que

  • Canción del neurasténico

    La sabia naturaleza
    me dio un cerebro tan malo,
    que yo sospecho, en verdad,
    que hizo la compra en el Rastro.
    Es un órgano irritable,
    caprichoso y casquivano,
    con extrañas fantasías
    y vapores y arrebatos.
    Tiene caras diferentes,
    como el antiguo dios Jano:
    tan pronto crepuscular,
    débil, triste y aplanado
    como eufórico y alegre,
    optimista y arbitrario.

    Los médicos me preguntan
    pueriles detalles vanos,
    y yo les contesto en broma,
    porque ya me van cargando.
    Después quieren definirme
    con nombres estrafalarios

  • Serpiente

    Vieja liana del mundo
    enroscada a su cepa, te deslizas
    por la vena del tiempo desde las aguas madres.
    Engullidora exacta, todo pasa
    por el flexible túnel de tu ciego apetito:
    gacelas, manatíes, patriarcas,
    luengas tribus que bogan
    por el río intrincado
    de su genealogía... y te devoras
    a ti misma en anillo
    de secreta anfisbena. En el desierto
    te escurres de costado, mientras tu huella traza
    su oscuro jeroglífico sobre la arena cruda.
    Al encontrarte, el pie vacila, y siente,
    bajo su planta, como si la tierra
    retirase su estera.