• Coordenadas de tu amor

    Todas las secuencias
    han llegado a su conclusión
    Los ZOMBIES

    El amor es la exacta coincidencia
    de coordenadas. Bajo la apariencia
    de un caos se mueven dentro las estrictas
    servidumbres de las líneas. Pongamos
    como ejemplo nuestro encuentro primero.
    Era el tiempo y era el lugar preciso.
    Estábamos cerca el uno del otro
    sin saberlo. Era el eje horizontal.
    También estaba la luz en su grado
    perfecto. Era Dios en su vertical.
    No he dejado de preguntarme a solas,
    en la inclinada curva de los días

  • Paralela al espejo

    Paralela al espejo   avanzo   en los puntos   y en las líneas   que me trazan     las cóncavas manos   donde   me hago elipse     en la risa horizontal   mi rostro   vertical en el   llanto

  • La paloma de la paz

    Soy la paloma de la paz,
    un ave de las plazas en honor a los muertos,
    un sueño con las alas quemadas,
    el concierto después del horror.
    Soy la paloma de la paz,
    alimento para los tanques,
    un impulso económico.
    Soy la paloma de la paz,
    el uranio florece en mi nombre,
    y amo con frenesí la miseria.
    Soy la paloma de la paz,
    he muerto hace siglos.

  • La bomba atómica III

    ¡Bomba atómica, yo te amo! Eres pequeñita  y blanca como la estrella vespertina,  y por blanca yo te amo, y por doncella  dos mil veces más bélica y más bella  que la doncella de Orleáns; yo te amo, diosa  atroz. visión de los cielos que me domina,  con la caballera rubia de platino  y las formas aerodivinas  --¡que eres mujer, que eres mujer y nada más!  Yo te amo, bomba atómica , que trazas   En una danza de fuego, envuelta en gases,l  la desagregación tremenda que despedazal  la materia en energías materiales!
    
    
    
    
    
    

  • Tenemos aquí la poesía

    Tenemos aquí la Poesía,
    La gran Poesía.
    Que no ofrece signos
    ni lenguaje específico, no respeta
    siquiera los límites del idioma, ella fluye como un río,
    tan espontánea que ni se sabe cómo fue escrita.
    Y al mismo tiempo tan elaborada,
    hecha una flor en su perfección minuciosa,
    un cristal que se arranca de la tierra
    ya dentro de la geometría impecable
    de su lapidación.

    Donde se cuenta una historia,
    Donde se vive un delirio: donde la condición humana se exacerba
    hasta la frontera de la locura

  • Donde miente la física en ignacio y newton hace válidas sus leyes

    Ignacio, contumaz, rompe de nuevo
    su piel de celofán, ¿Otra caída?
    A ver dónde ponemos esta herida,
    ¿Queda algo sano al cascarón del huevo?

    Pero, Ignacio, ¿qué haces en el suelo
    en cuanto se te suelta de la brida?
    ¿Cómo se explica, pájaro suicida,
    tu eterno patinaje sobre el hielo?

    Si no ocupas lugar en el espacio,
    ni pesas, ni haces bulto, ¿por qué, Ignacio,
    continuo tropezón, te desafinas'?

    íAy, pobre piel cubierta de porrazos,
    rota en cabeza, pies, rodillas, brazos,
    tatuada de yodo y mercrominas!

  • Desde los cuatro puntos cardinales

    Desde los cuatro puntos cardinales
    de nuestro buen planeta
    -joven, pese a sus múltiples arrugas-,
    miles de inteligencias
    poderosas y activas
    para ensanchar los campos de la ciencia,
    tan vastos ya que la razón se pierde
    en sus frondas inmensas,
    acuden a la cita que el progreso
    les da desde su templo de cien puertas.

    Obreros incansables, yo os saludo,
    llena de asombro y de respeto llena,
    viendo como la Fe que guió un día
    hacia el desierto al santo anacoreta,
    hoy con la misma venda transparente
    hasta el umbral de lo imposible os lleva.

  • A Darwin

    I

    ¡Gloria al genio inmortal! Gloria al profundo
          Darwin, que de este mundo
    penetra el hondo y pavoroso arcano!
    ¡Que, removiendo lo pasado incierto,
          sagaz ha descubierto
    el abolengo del linaje humano!

    II

    Puede el necio exclamar en su locura:
          - ¡Yo soy de Dios hechura! -
    y con tan alto origen darse tono.
    ¿Quién, que estime su crédito y su nombre,
          no sabe que es el hombre

  • Poética freudiana

    Escribe sobre aquello que conoces
    pero miente si fuera necesario,
    y aunque escribir es viento solitario
    desparrama tu voz en muchas voces.

    Igual da que te muestres o te emboces,
    metido en este oficio de falsario.
    Aprende como todo recetario
    a distinguir el Goce de los goces.

    El Goce [el sufrimiento (la escritura)]
    en otra parte está: senda escondida
    desde el amor prohibido a la locura.

    No hay cicatriz que pueda con tu herida:
    cela siempre un tesoro de amargura
    la dorada morralla de la vida.

  • En el mes de atir

    Con dificultad leo en una antigua lápida.
    Se[ñ]or Jesu Cristo. Un Al[m]a distingo.
    En el me[s] de Atir Leuci[o] se [ha]
    dormido.
    En la mención de la edad Vi[vi]ó... años,
    La Kappa y la Zeta indican que descansó
    joven.
    En los espacios desgastados veo Est[e]...
    Alejandrino.
    Después hay tres líneas muy mutiladas;
    pero algunas palabras saco como Nuestras
    l[á]grimas, dolor.
    Me parece que Leucio intensamente fue
    amado.
    En el mes de Atir descansó Leucio.