Main menu level 4
-
Homo homini lupus
No venimos del mono. Lo siento, señor Darwin.
Somos lobos sin pelo que andamos por el mundo
en posición erguida, pero con esos ojos
crueles e inyectados en sangre y esas fauces
repletas de cuchillos con que los lobos viajan
por el bosque del caos, paidófilos y arteros.
En nuestro más añejo depósito de mitos
vive, junto al vampiro, el peludo hombre lobo.
De la misma manera que Hyde domina a Jekyll,
la bestia que se agita en las oscuridades
de nuestro yo termina por imponerse al ángel
que fuimos no sé cuándo (o no lo fuimos nunca), -
Charles maessier (1730-1817)
M. Una letra M en las cartas estelares: M 42
en Orión; M 57 la niebla anular de Lira; las Pléyades,
M 45; y el Astro Nuevo de los chinos, la supernova M 1:
nubes de gas incandescente, bombas cósmicas, radiaciones.
¡Al-Sûfi, halcón celeste! ¡Swedenborg, soñador galáctico!
Y él en cambio tan sumiso, pulcro y anodino.
Muerto de hambre. A París con veintiún años,
su bonita caligrafía y nada más que reseñar.
Quinientos francos al año, cama y comida.
Copia para Delisle los planos de Pekín -
Laboratorio
Visita de los invernaderos
El termosifón mantiene una temperatura constante en ellos
La tierra está saturada de ácido fórmico de manganeso y de otras
sustancias que imprimen una potencia formidable a la vegetación.
De un día al otro crecen las hojas se abren las flores maduran los
frutos
Gracias a un dispositivo ingenioso las raíces se bañan en una
corriente eléctrica que asegura ese crecimiento monstruoso
Los cañones antigranizo destruyen nimbos y cúmulos -
Lección de anatomía
más allá del dolor y del placer la carne
inescrutable
balbuceando su lenguaje de sombras y brumo
coloresla carne convertida en paisaje
en tierra en tregua en acontecimiento
en pan inesperado y en miel
en orina en leche en abrasadora sospecha
en océano
en animal castigado
en evidencia y en olvidoviendo la carne tan cerrada y tan distante
me pregunto
qué hace allí la vida simulando -
A la divina proporción
A TI, maravillosa disciplina,
media, extrema razón de la hermosura
que claramente acata la clausura
viva en la malla de tu ley divina.A ti, cárcel feliz de la retina,
áurea sección, celeste cuadratura,
misteriosa fontana de mesura
que el Universo armónico origina.A ti, mar de los sueños angulares,
flor de las cinco formas regulares,
dodecaedro azul, arco sonoro.Luces por alas un compás ardiente.
Tu canto es una esfera transparente.
A ti, divina proporción de oro. -
September
Escribo a mis médicos, les pregunto
sobre la amistad, la lluvia torrencial, el niño
que se sienta en la cama y susurra: ¿por qué
has venido sin?
Ocasionalmente los sueños se dejan desenmascarar
Pero ¿dónde te voy a colocar a ti, en cuál
de mis habitaciones?
<<La vida es una larga preparación para algo
que nunca ocurre>>
¡No pases frío! ¡No te sientas mal! ¡Siéntate bien! ¡Sé buena
con tu hijo! ¡Evita penas innecesarias!
Aquí las lilas están prácticamente al borde del agua
entre alisos, y cicuta, salicaria, -
Los electrocutados del átomo
A Stanley Kurnik
-
El ángel de los números
VÍRGENES con escuadras
y compases, velando
las celestes pizarras.Y el ángel de los números,
pensativo, volando
del 1 al 2, del 2
al 3, del 3 al 4.Tizas frías y esponjas
rayaban y borraban
la luz de los espacios.Ni sol, luna, ni estrellas,
ni el repentino verde
del rayo y el relámpago,
ni el aire. Sólo nieblas.Vírgenes sin escuadras,
sin compases, llorando.Y en las muertas pizarras,
el ángel de los números,
sin vida, amortajado
sobre el 1 y el 2,
sobre el 3, sobre el 4. -
Nivel del puerto. (Palma, cristal y piedra)
El nácar del perfil
puro del gesto,
enérgico en el agua.
Extractada la brújula,
sostiene al equilibrio
vertical sobre el viento.
(El imán se detiene.)
Palma, cristal y piedra.
Por el muelle, despacio,
la memoria, indolente,
se apoya en la baranda
de un crepúsculo fácil.
El sueño se devana,
y se humedece el tiempo
al entregar su cinta.
(Se rinde el movimiento.)
Palma, cristal y piedra. -
El infinito
Siempre caro me fue este aislado cerro,
y estos arbustos, que una buena parte
impiden ver del último horizonte.
Mas, sentado y mirando, interminables
espacios detrás de ellos, sobrehumanos
silencios, y una calma profundísima
yo en el pensar me finjo; y casi, entonces,
el corazón se espanta. Y cuando el viento
escucho susurrar entre estas plantas,
el silencio infinito a la voz esta
voy comparando. Y en lo eterno pienso,
en muertas estaciones y en la viva,
presente, y su sonido. Así, en esta
inmensidad se anega el pensar mío,