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Publicar o perecer
Feliz surge la idea que nos lleva
por la senda ingeniosa,
que parece certera,
a la vera, muy cerca,
de ese ansiado teorema.
Pero la esquiva verdad no nos deja,
escondida en su templo,
ni desnuda probarla,
ni tampoco falsarla
con sutil contraejemplo.
Y aunque la mente mil tretas produce,
ofreciendo al diablo el clásico pacto. -
Alexander von Humboldt explora el Orinoco (1799)
Fragmento en el epifonema o cierre del poema
¿Fueron acaso un sueño
Göttingen, Freiburg, Jena,
todos aquellos años
estudiosos, aquellos
parques de inexorable geometría,
aquellas bibliotecas con profundo
olor a cera y tiempo,
el polvo que exhalaban los cat& -
Soneto de tus vísceras
Harto ya de alabar tu piel dorada,
tus externas y muchas perfecciones,
canto al jardín azul de tus pulmones
y a tu tráquea elegante y anillada.
Canto a tu masa intestinal rosada,
al bazo, al páncreas, a los epiplones,
al doble filtro gris de tus riñones
y a tu matriz profunda y renovada.
Canto al tuétano dulce de tus huesos,
a la linfa que embebe tus tejidos,
al acre olor orgánico que exhalas.
Quiero gastar tus vísceras a besos,
vivir dentro de ti con mis sentidos... -
El tranvía
En rosario, en letanía.
Sugerencias del tranvía.
Paralelepipédico,
acelerado:
mézclese y agítese
tiempo y espacio.
¡Qué cosas diría
un einsteiniano!
En los carriles de la vía
se lava los pies el tranvía.
Tejiendo su red, trabaja
como un arácnido.
Equilibrista de alambre
cabeza abajo.
Globo cautivo del cable,
siempre tirando.
Pidiendo va un avemaría
la campanilla del tranvía.
Trole al hombro:
¡Buen soldado!
Ligero navío
de un solo palo. -
Muerte de un naturalista
Durante todo el año el dique de lino supuraba
en el corazón del pueblo; verde y de cabeza pesada
el lino se pudría allí, aplastado por enormes terruños.
A diario chorreaba bajo un sol de justicia.
Burbujas gorgojeaban con delicadeza, moscardones
tejían una fuerte gasa de sonido en torno al olor.
Había también libélulas, mariposas con lunares,
pero lo mejor de todo era esa baba caliente y espesa
de huevos de rana que, a la sombra de las orillas,
crecía como agua coagulada. -
El termómetro
28 Para determinar por experiencia
Muchos de los efectos expresados,
Han sido con buen éxito empleados
Algunos instrumentos ingeniosos,
Inventados por físicos famosos,
Y meteorológicos llamados,
Porque el nombre meteoro aplicamos
A cuanto en nuestra atmósfera observamos. -
Haikus
Entre la hierba
un transistor perdido
ronroneando.
De dos en dos
me rodean los faros.
Perplejidad.
Un móvil suena
y nadie en la avenida.
Un móvil suena.
Desolador:
un neumático rueda
por la avenida. -
Las hojas de la vida
Palmeras en un desierto bajo un
cielo de donde arranca su raíz
eso es el ser humano enhiesto diz
que bien plantado en un suelo común.
Ya mueve cinco ramas al tuntún
y colma su experiencia de infeliz
árbol vivo con ojos y nariz
manos orejas lengua en el simún.
No hay nada fijo todo es transitorio
la realidad de un prisma de ilusiones
y la materia una invención verbal.
¿Qué son las cosas? Campo vibratorio
un juego de electrones y protones
bullendo más allá del Bien y el Mal. -
Yunque: alba
100.000 voltios rodados de poleas
más ágiles.
Que la luz, la impaciencia, la imagen
y el retorno.
Mediodía de grúas encendidas de grillos.
Fuego de hierro y fragua.
Yunque en constelaciones de martillos
sin sueño.
Bajo el brazo tendido de músculos
y de puras distancias.
Entre mares de hulla se consumen
los cerebros más vivos.
En la niebla, la niebla que confunde
la ruta de los astros sin cielo.
Con el mudo cansancio de estos hombres
de cobre. -
Meditación primera y última
El tiempo
tiene color de noche.
De una noche quieta.
Sobre lunas enormes
la eternidad
está fija en las doce.
Y el tiempo se ha dormido
para siempre en su torre.
Nos engañan
todos los relojes.
El Tiempo
tiene ya horizontes.