Cosmonauta del sueño, velozmente
crucé por tu deseo
sin dejar huella, sin captar tu imagen.
Vastedad del espacio
para tan raudo vuelo.
No pude retenerte. Pero te hurté un beso.
Y cuando acariciaste mis cabellos
llovieron tanta música tus manos,
que te hubiera bebido
como una hostia,
hasta purificarme
de todo pensamiento.